Las plantas carnívoras, llamadas también plantas insectívoras, son plantas que obtienen la mayor parte de los nutrientes que necesitan a través de los animales y protozoos que caen en sus trampas. Y es que, al crecer en un suelo tan pobre, como lo son las tierras ácidas pantanosas y los farallones rocosos, no les ha quedado más remedio que transformar sus hojas en sofisticadas trampas. Unas trampas que producen enzimas o que poseen bacterias digestivas capaces de absorber los cuerpos de los desafortunados que acaban en ellas.
A día de hoy, se conocen alrededor de 630 especies de plantas carnívoras, distribuidas en 11 linajes. Además, hay más de 300 plantas proto carnívoras, es decir, plantas que muestran algunas características de las primeras.
Explicación:
La trampa consiste en una hoja modificada en cuyos márgenes hay pinzas y en su interior dos cilios detectores (lo que nosotros llamamos »pelos») en cada lado. Cuando un insecto se siente atraído por el néctar que éstas producen, se posan en ellas y, cuando toca dos cilios en un tiempo máximo de cinco segundos, la trampa se cierra automáticamente.
Ejemplos: Dionea y Aldrovanda son las únicas que tienen este tipo de trampas.
Respuesta:
Plantan carnívora y fertilisante
Respuesta:
Las plantas carnívoras, llamadas también plantas insectívoras, son plantas que obtienen la mayor parte de los nutrientes que necesitan a través de los animales y protozoos que caen en sus trampas. Y es que, al crecer en un suelo tan pobre, como lo son las tierras ácidas pantanosas y los farallones rocosos, no les ha quedado más remedio que transformar sus hojas en sofisticadas trampas. Unas trampas que producen enzimas o que poseen bacterias digestivas capaces de absorber los cuerpos de los desafortunados que acaban en ellas.
A día de hoy, se conocen alrededor de 630 especies de plantas carnívoras, distribuidas en 11 linajes. Además, hay más de 300 plantas proto carnívoras, es decir, plantas que muestran algunas características de las primeras.
Explicación:
La trampa consiste en una hoja modificada en cuyos márgenes hay pinzas y en su interior dos cilios detectores (lo que nosotros llamamos »pelos») en cada lado. Cuando un insecto se siente atraído por el néctar que éstas producen, se posan en ellas y, cuando toca dos cilios en un tiempo máximo de cinco segundos, la trampa se cierra automáticamente.
Ejemplos: Dionea y Aldrovanda son las únicas que tienen este tipo de trampas.
se me cuida master