El 61% de las tierras brasileñas son utilizadas para fomentar el desarrollo económico, en este porcentaje se ve envuelto 20% de los biomas El Cerrado y El Pantanal, esta área llamada Amazonia Legal es principalmente explotada por la industria agropecuaria. El Senado Federal en 2013 aprobó un proyecto de ley que autoriza el cultivo de la caña de azúcar en la Amazonia Legal. En Brasil, el cultivo de la caña de azúcar es responsable del daño al ecosistema, especies endémicas y comunidades indígenas. El país suramericano es el mayor exportador mundial de caña de azúcar, vendiendo millones de toneladas anualmente, también es un productor de etanol, un biocombustible que tiene por materia prima a la caña de azúcar.
La deforestación en Brasil ha ido en aumento en los últimos años, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales la tasa de deforestación estimada para el año 2016 ha aumentado un 29% en comparación al 2015. Para el cultivo de la caña de azúcar se necesita despejar grandes áreas de selva y bosque, para lo cual se emplea fuego, los incendios que acompañan la actividad generan una décima parte de todas las emisiones globales de contribuyen al calentamiento global, según la Union of Concerned Scientists, además, los críticos señalan que el aumento de la demanda del etanol influye a que los campesinos quieran incrementar la producción de la planta buscando en la región amazónica terrenos para él cultivo. La selva brasileña es el hogar de muchas especies en peligro de extinción, las cuales se han visto amenazadas al reducirse su habitad natural, ya que son fácilmente divisibles en estas plantaciones y su alimento ha disminuido. En lo que respecto a las comunidades ancestrales que habitan la amazonia, se han visto obligadas a desplazarse de sus territorios, debido a que la tala indiscriminada ha violado sus asentamientos y las presas que cazan se vuelven escasas en la zona.
Para finalizar, el cultivo de la caña de azúcar afecta no solo a los derechos de la naturaleza, si no también, a los derechos humanos. Detrás de la deforestación se oculta la estrategia de empresas alimenticias multinacional que buscan comprar sus productos agrícolas de partes remotas del mundo, debido a que estas zonas suelen tener leyes ambientales más débiles. El gobierno brasilero ha decidido preocuparse por el crecimiento económico dejando de lado las consecuencias que conlleva la explotación y uso inadecuado de sus recursos naturales. El daño producido podría disminuirse si se implementaran nuevas técnicas agropecuarias en lugar de las anticuadas que requieren de muchas hectáreas para una gran producción y si se lograra cambiar el modo de pensar de los campesinos, porque suelen pensar que la selva es espacio inútil que podría ser aprovechado en plantaciones.
Respuesta:
El 61% de las tierras brasileñas son utilizadas para fomentar el desarrollo económico, en este porcentaje se ve envuelto 20% de los biomas El Cerrado y El Pantanal, esta área llamada Amazonia Legal es principalmente explotada por la industria agropecuaria. El Senado Federal en 2013 aprobó un proyecto de ley que autoriza el cultivo de la caña de azúcar en la Amazonia Legal. En Brasil, el cultivo de la caña de azúcar es responsable del daño al ecosistema, especies endémicas y comunidades indígenas. El país suramericano es el mayor exportador mundial de caña de azúcar, vendiendo millones de toneladas anualmente, también es un productor de etanol, un biocombustible que tiene por materia prima a la caña de azúcar.
La deforestación en Brasil ha ido en aumento en los últimos años, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales la tasa de deforestación estimada para el año 2016 ha aumentado un 29% en comparación al 2015. Para el cultivo de la caña de azúcar se necesita despejar grandes áreas de selva y bosque, para lo cual se emplea fuego, los incendios que acompañan la actividad generan una décima parte de todas las emisiones globales de contribuyen al calentamiento global, según la Union of Concerned Scientists, además, los críticos señalan que el aumento de la demanda del etanol influye a que los campesinos quieran incrementar la producción de la planta buscando en la región amazónica terrenos para él cultivo. La selva brasileña es el hogar de muchas especies en peligro de extinción, las cuales se han visto amenazadas al reducirse su habitad natural, ya que son fácilmente divisibles en estas plantaciones y su alimento ha disminuido. En lo que respecto a las comunidades ancestrales que habitan la amazonia, se han visto obligadas a desplazarse de sus territorios, debido a que la tala indiscriminada ha violado sus asentamientos y las presas que cazan se vuelven escasas en la zona.
Para finalizar, el cultivo de la caña de azúcar afecta no solo a los derechos de la naturaleza, si no también, a los derechos humanos. Detrás de la deforestación se oculta la estrategia de empresas alimenticias multinacional que buscan comprar sus productos agrícolas de partes remotas del mundo, debido a que estas zonas suelen tener leyes ambientales más débiles. El gobierno brasilero ha decidido preocuparse por el crecimiento económico dejando de lado las consecuencias que conlleva la explotación y uso inadecuado de sus recursos naturales. El daño producido podría disminuirse si se implementaran nuevas técnicas agropecuarias en lugar de las anticuadas que requieren de muchas hectáreas para una gran producción y si se lograra cambiar el modo de pensar de los campesinos, porque suelen pensar que la selva es espacio inútil que podría ser aprovechado en plantaciones.
Explicación: