crisyanhinos
Los abuelos de mis abuelos decian que si apuntabas con el dedo indice al arcoiris lo perderias, o se te cairia. Claro ahora nos parece una locura, pero no lo era para ellos.
Con este viejo mito me propongo hacer una historia.
Hace mucho en el campo, muchos niños jugaban, felices entre los matorrales. Mientras jugaban, notaron que el cielo se oscurecia, una tormenta se acercaba, y de pronto empezo a llover, despues del leve chubasco salio el Sol. Y aparecio un arcoiris, este aparecia cuando la luz del sol chocaba en la piel escamosa y de muchos colores de la serpiente oRocHi. Si el arcoiris aparecia era porque oRocHi se encontraba serca.
La serpiente de mil colores, era un demonio, un ser terrible, que mataba a las personas, y a ella le molestaba especialmente ser señalada por estas. Cuando alguien apuntaba a su creacion mas bella, el se ensañaba con dicha persona, y durante la noche las mordia, justo en el dedo indice (el preferido para apuntar).
Varias personas morian, por la accion del veneno, otros con mayor suerte, alcanzaban a absorverse el veneno, o hacer un torniquete, para deter la irrigacion del veneno. Estos afortunados, perdian un dedo.
Con este viejo mito me propongo hacer una historia.
Hace mucho en el campo, muchos niños jugaban, felices entre los matorrales. Mientras jugaban, notaron que el cielo se oscurecia, una tormenta se acercaba, y de pronto empezo a llover, despues del leve chubasco salio el Sol. Y aparecio un arcoiris, este aparecia cuando la luz del sol chocaba en la piel escamosa y de muchos colores de la serpiente oRocHi. Si el arcoiris aparecia era porque oRocHi se encontraba serca.
La serpiente de mil colores, era un demonio, un ser terrible, que mataba a las personas, y a ella le molestaba especialmente ser señalada por estas. Cuando alguien apuntaba a su creacion mas bella, el se ensañaba con dicha persona, y durante la noche las mordia, justo en el dedo indice (el preferido para apuntar).
Varias personas morian, por la accion del veneno, otros con mayor suerte, alcanzaban a absorverse el veneno, o hacer un torniquete, para deter la irrigacion del veneno. Estos afortunados, perdian un dedo.