La Reforma Escocesa de 1560 tenía la intención de resolver el asunto de la religión del Estado en Escocia, pero en los años siguientes las controversias persistieron. Durante un tiempo considerable la estructura y gobierno de la nueva iglesia escocesa permaneció confusa, aunque en 1580 aparecieron dos bandos distintos, los presbiterianos (a favor del gobierno de la iglesia mediante consejos eclesiásticos) y los episcopalistas (a favor del gobierno mediante obispos). Aunque las líneas de confrontación no se pueden trazar con absoluta claridad, la primera posición tendió a favor de ministros radicales en la iglesia con hombres como Andrew Melville, mientras que la otra era favorecida por la corona. El rey Jacobo I de Inglaterra había declarado: « si no hay obispos, no hay rey » : la función episcopal es una ayuda esencial de la Corona. A principios del siglo XVII, Jacobo I introduce un grupo de obispos en la iglesia escocesa. De esta manera, al final del reinado de Jacobo I, en 1625, la iglesia escocesa puede que fuese calvinista en doctrina, pero se parecía bastante a como había sido antes de la reforma.
La Reforma Escocesa de 1560 tenía la intención de resolver el asunto de la religión del Estado en Escocia, pero en los años siguientes las controversias persistieron. Durante un tiempo considerable la estructura y gobierno de la nueva iglesia escocesa permaneció confusa, aunque en 1580 aparecieron dos bandos distintos, los presbiterianos (a favor del gobierno de la iglesia mediante consejos eclesiásticos) y los episcopalistas (a favor del gobierno mediante obispos). Aunque las líneas de confrontación no se pueden trazar con absoluta claridad, la primera posición tendió a favor de ministros radicales en la iglesia con hombres como Andrew Melville, mientras que la otra era favorecida por la corona. El rey Jacobo I de Inglaterra había declarado: « si no hay obispos, no hay rey » : la función episcopal es una ayuda esencial de la Corona. A principios del siglo XVII, Jacobo I introduce un grupo de obispos en la iglesia escocesa. De esta manera, al final del reinado de Jacobo I, en 1625, la iglesia escocesa puede que fuese calvinista en doctrina, pero se parecía bastante a como había sido antes de la reforma.