a. Comparación con la realidad. Podemos comenzar nuestra evaluación de las tesis marxistas tradicionales comparando los rasgos particulares que se atribuyen a la organización feudal y a la capitalista, con las realidades de la agricultura brasileña. Convendría dividir este examen, como se hace en la Tabla 1, en tres partes principales: I) organización de la producción agrícola; II) estado de los trabajadores agrícolas, y III) cambios de una y otro con el tiempo. Veremos que la mayor parte de los rasgos que se atribuyen a los sectores "feudal" y "capitalista" o a Ias formas de organización de la producción, no se ajustan, en realidad a los hechos.
I) Organización de la producción agrícola. Aunque la concentración "feudal" de la tierra es, sin duda, grande, la "capitalización" de la agricultura, lejos de disminuirla, la aumenta todavía más. Durante la fase de expansión "capitalista", notablemente entre 1920 y 1930, y de nuevo entre 1940 y 1960, la concentración de la propiedad agrícola aumentó. (Prado, 1960: 207.) Entre 1940 y 1950, las posesiones de más de 1.000 hectárea aumentaron su proporción en relación al total de tierra cultivable de un 48 a un 51%. (Folha de São Paulo, 1963.) Durante la crisis mundial de la década del 30, esta concentración disminuyó, tema que trataré más adelante.
a. Comparación con la realidad. Podemos comenzar nuestra evaluación de las tesis marxistas tradicionales comparando los rasgos particulares que se atribuyen a la organización feudal y a la capitalista, con las realidades de la agricultura brasileña. Convendría dividir este examen, como se hace en la Tabla 1, en tres partes principales: I) organización de la producción agrícola; II) estado de los trabajadores agrícolas, y III) cambios de una y otro con el tiempo. Veremos que la mayor parte de los rasgos que se atribuyen a los sectores "feudal" y "capitalista" o a Ias formas de organización de la producción, no se ajustan, en realidad a los hechos.
I) Organización de la producción agrícola. Aunque la concentración "feudal" de la tierra es, sin duda, grande, la "capitalización" de la agricultura, lejos de disminuirla, la aumenta todavía más. Durante la fase de expansión "capitalista", notablemente entre 1920 y 1930, y de nuevo entre 1940 y 1960, la concentración de la propiedad agrícola aumentó. (Prado, 1960: 207.) Entre 1940 y 1950, las posesiones de más de 1.000 hectárea aumentaron su proporción en relación al total de tierra cultivable de un 48 a un 51%. (Folha de São Paulo, 1963.) Durante la crisis mundial de la década del 30, esta concentración disminuyó, tema que trataré más adelante.