Una vez, en una aldea del pueblo indio cheroqui, un anciano convocó a los niños de la aldea para contarle un cuento sobre los distintos caminos que podemos elegir en la vida.
Sentados en círculo, el anciano y sabio indio les dijo que siempre hay una gran batalla en el interior de cada ser humano entre dos lobos: uno negro y otro blanco.
El lobo negro representa el miedo, la ira, la envidia, la avaricia, el arrepentimiento, el resentimiento, el complejo de inferioridad, la queja, la tristeza, la mentira, el falso orgullo, la superioridad y el ego.
El lobo blanco representa el amor, la serenidad, la alegría, la paz, la esperanza, la generosidad, la humildad, la verdad, la fe, la amistad y la bondad.
El anciano dirigió su mirada a los niños y les dijo que esa misma lucha entre el lobo blanco y el lobo negro ocurre de modo constante en el interior de cada hombre y de cada mujer.
Los niños se quedaron pensativos un momento hasta que uno de ellos le preguntó al anciano y sabio indio cheroqui.
LOS DOS LOBOS
Una vez, en una aldea del pueblo indio cheroqui, un anciano convocó a los niños de la aldea para contarle un cuento sobre los distintos caminos que podemos elegir en la vida.
Sentados en círculo, el anciano y sabio indio les dijo que siempre hay una gran batalla en el interior de cada ser humano entre dos lobos: uno negro y otro blanco.
El lobo negro representa el miedo, la ira, la envidia, la avaricia, el arrepentimiento, el resentimiento, el complejo de inferioridad, la queja, la tristeza, la mentira, el falso orgullo, la superioridad y el ego.
El lobo blanco representa el amor, la serenidad, la alegría, la paz, la esperanza, la generosidad, la humildad, la verdad, la fe, la amistad y la bondad.
El anciano dirigió su mirada a los niños y les dijo que esa misma lucha entre el lobo blanco y el lobo negro ocurre de modo constante en el interior de cada hombre y de cada mujer.
Los niños se quedaron pensativos un momento hasta que uno de ellos le preguntó al anciano y sabio indio cheroqui.
– ¿Y cuál de los dos lobos vencerá?
El anciano respondió:
– Ganará el lobo al que más alimentes