Los cables submarinos para Internet no son algo nuevo, pero en los últimos meses se han puesto muy de moda. Diferentes proyectos encabezados por Google, Microsoft, Facebook o Telefónica, a través de Telxius, han despertado el interés de los usuarios en estas instalaciones que se colocan debajo del agua sobre el fondo de los océanos. Por ello, vamos a aprovechar para contaros 5 cosas que (posiblemente) no sabíais sobre los cables submarinos.
Su instalación es lenta, tediosa y cara
En el artículo Así se instaló el cable submarino de 9000 kilómetros del Pacífico os explicamos el tedioso proceso para instalar una conexión de 60 Tbps entre Estados Unidos y Japón. Además de los permisos iniciales y el control del clima durante todo el tiempo que llevó la instalación, fue necesario un barco de 140 metros de eslora. Este estuvo dos meses para desplegar completamente el cable.
Además, tuvieron que tener excesivo cuidado con el enrollado del cable para que pudiera ser instalado sin problemas durante el trayecto. El cable tuvo que ser diseñado de manera diferente según la zona en la que iba a ser colocado para hacerlo resistente a las condiciones existentes en la misma. En resumen, un proceso tedioso que requiere un cuidado extremo.
cables submarinos
Son muy vulnerables, incluso a los tiburones
Al fin y al cabo, estamos hablando de cables con un grosor de mayor o menor diámetro según la zona en que son instalados. Como cualquier otro cable, puede romperse o dañarse con los diferentes elementos externos que le rodean. El coral, los barcos de pesca o los desastres naturales les afectan. Incluso se han detectado casos de tiburones intentando darles un buen bocado.
Los cables submarinos no son un fenómeno nuevo
En 1854 comenzó la instalación del primer cable que conectaría América con Europa. El llamado Cable Transatlántico Telegráfico terminó de instalarse en 1866 aunque no son problemas en forma de intentos fallidos o cables dañados. El primer telegrama que utilizó este nuevo cable fue una carta de la Reina Victoria para el presidente de los Estados Unidos, tardando 16 horas en completar el trayecto.
cables submarinos
Su vida media es de 25 años
En el año 2014 existían 285 cables de telecomunicaciones bajo del mar y 22 de los mismos estaban ya fuera de funcionamiento. La vida media de estos cables es de 25 años, momento en que se dejan de considerar económicamente viables. La explosión de datos que se está viviendo puede requerir que se prolongue su vida útil con diferentes medidas, aunque también que se desplieguen nuevos cables.
¿Más baratos y rápidos que los satélites?
Uno de los interminables debates se produce entre la conveniencia de utilizar los satélites en órbita para realizar conexiones entre continentes y jubilar a los cables de fibra óptica. Por la tecnología actual, parece que aún no estamos preparados para dar ese paso. En envío de información desde un satélite requiere tiempo para llegar a la tierra, generando un retraso que casi no existe en la fibra óptica.
Internet satélite
Las últimas evoluciones en fibra óptica han conseguido elevar la velocidad y capacidad a niveles no previstos inicialmente. La Antártida es el único continente sin cable submarino de Internet y las velocidades de conexión que ofrece, apoyándose únicamente en los satélites, deja bastante que desear en comparación con otras zonas del planeta.
Por último, el despliegue de ninguna de las dos tecnologías es barato, pero por el momento no es comparable el rendimiento de una y otra. Los satélites realizan una labor crucial con la explosión de los dispositivos conectados pero los cables submarinos de fibra óptica siguen siendo imprescindibles.
Respuesta:
Los cables submarinos para Internet no son algo nuevo, pero en los últimos meses se han puesto muy de moda. Diferentes proyectos encabezados por Google, Microsoft, Facebook o Telefónica, a través de Telxius, han despertado el interés de los usuarios en estas instalaciones que se colocan debajo del agua sobre el fondo de los océanos. Por ello, vamos a aprovechar para contaros 5 cosas que (posiblemente) no sabíais sobre los cables submarinos.
Su instalación es lenta, tediosa y cara
En el artículo Así se instaló el cable submarino de 9000 kilómetros del Pacífico os explicamos el tedioso proceso para instalar una conexión de 60 Tbps entre Estados Unidos y Japón. Además de los permisos iniciales y el control del clima durante todo el tiempo que llevó la instalación, fue necesario un barco de 140 metros de eslora. Este estuvo dos meses para desplegar completamente el cable.
Además, tuvieron que tener excesivo cuidado con el enrollado del cable para que pudiera ser instalado sin problemas durante el trayecto. El cable tuvo que ser diseñado de manera diferente según la zona en la que iba a ser colocado para hacerlo resistente a las condiciones existentes en la misma. En resumen, un proceso tedioso que requiere un cuidado extremo.
cables submarinos
Son muy vulnerables, incluso a los tiburones
Al fin y al cabo, estamos hablando de cables con un grosor de mayor o menor diámetro según la zona en que son instalados. Como cualquier otro cable, puede romperse o dañarse con los diferentes elementos externos que le rodean. El coral, los barcos de pesca o los desastres naturales les afectan. Incluso se han detectado casos de tiburones intentando darles un buen bocado.
Los cables submarinos no son un fenómeno nuevo
En 1854 comenzó la instalación del primer cable que conectaría América con Europa. El llamado Cable Transatlántico Telegráfico terminó de instalarse en 1866 aunque no son problemas en forma de intentos fallidos o cables dañados. El primer telegrama que utilizó este nuevo cable fue una carta de la Reina Victoria para el presidente de los Estados Unidos, tardando 16 horas en completar el trayecto.
cables submarinos
Su vida media es de 25 años
En el año 2014 existían 285 cables de telecomunicaciones bajo del mar y 22 de los mismos estaban ya fuera de funcionamiento. La vida media de estos cables es de 25 años, momento en que se dejan de considerar económicamente viables. La explosión de datos que se está viviendo puede requerir que se prolongue su vida útil con diferentes medidas, aunque también que se desplieguen nuevos cables.
¿Más baratos y rápidos que los satélites?
Uno de los interminables debates se produce entre la conveniencia de utilizar los satélites en órbita para realizar conexiones entre continentes y jubilar a los cables de fibra óptica. Por la tecnología actual, parece que aún no estamos preparados para dar ese paso. En envío de información desde un satélite requiere tiempo para llegar a la tierra, generando un retraso que casi no existe en la fibra óptica.
Internet satélite
Las últimas evoluciones en fibra óptica han conseguido elevar la velocidad y capacidad a niveles no previstos inicialmente. La Antártida es el único continente sin cable submarino de Internet y las velocidades de conexión que ofrece, apoyándose únicamente en los satélites, deja bastante que desear en comparación con otras zonas del planeta.
Por último, el despliegue de ninguna de las dos tecnologías es barato, pero por el momento no es comparable el rendimiento de una y otra. Los satélites realizan una labor crucial con la explosión de los dispositivos conectados pero los cables submarinos de fibra óptica siguen siendo imprescindibles.
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