Consciencia personal. Es el proceso de mirarse a uno mismo hacia dentro para reconocer las creencias y los valores que pueden comportar discriminación inconsciente. El reconocimiento puede facilitar el desarrollo de comportamientos de autorregulación que mitiguen la influencia del sesgo en las interacciones con los pacientes3. La adquisición de esta conciencia propia requiere un ritmo interno que se emplee para guiar las interacciones diarias. Este compás puede ayudar a las enfermeras a reconocer actitudes y comportamientos aceptables e inaceptables y a mantenerse en el camino correcto al afrontar el reto continuo de la discriminación inconsciente. Ello requiere una mirada interna continua y crea consciencia de cómo son percibidas por los demás, lo que establece el fundamento para la relación terapéutica enfermera-paciente.
2.
Reconocimiento. Sin reconocimiento de que el problema existe, no se puede establecer ninguna acción para solventarlo. El reconocimiento conlleva aceptación de la responsabilidad que permite marcar la diferencia. Las enfermeras y los demás profesionales de la salud deben trabajar para erradicar la discriminación inconsciente iniciando respuestas que fortalezcan las conductas positivas, tales como la empatía.
3.
Empatía. Los profesionales de la salud deben empatizar con los pacientes y sus circunstancias para comprender lo que están sintiendo. Las enfermeras pueden desarrollar empatía haciendo un esfuerzo consciente para comprender la situación de cada paciente, hacer una inmersión completa desde el punto de vista del paciente y obtener y dar sentido a lo que debe de representar para él4. La mayoría de personas tienen empatía de forma natural, pero algunos pacientes y algunas situaciones puede representar una barrera a la empatía. Por ejemplo, cuidar a un paciente que ha sido partícipe de comportamientos de riesgo que provocan eventos adversos puede hacer más difícil la relación empática. El rechazo a reconocer esta necesidad emocional puede producir resultados negativos durante las interacciones y la prestación de cuidados a los pacientes. Para superar estos obstáculos a la empatía, los profesionales de la salud deben concienciarse de hacer un esfuerzo para reconocer que existen barreras e implementar de forma consciente prácticas que se alineen con una atención no discriminatoria.
4.
Defensa de los derechos del paciente. Apoyar al paciente en sus transiciones por el sistema de salud es lo que se denomina defensa de sus derechos. La enfermera puede actuar como abogado defensor ayudando al paciente en la comunicación con otros miembros del equipo, en la identificación de las mejores opciones terapéuticas, y en la garantía del respeto a los derechos del paciente. En presencia de situaciones de discriminación inconsciente, la defensa del paciente por parte de la enfermera le ayudará a recibir los cuidados que necesita.
Las enfermeras deben defender a los pacientes con tacto, compasión y profesionalidad, y comunicarse con los miembros del equipo para csubrir adecuadamente las necesidades del paciente. Los pacientes deberían ser capaces de notar que las enfermeras procuran hacer lo mejor para conseguir los mejores resultados para ellos.
5.
Educación. Potenciar el conocimiento es esencial para crear consciencia, reconocer la existencia de discriminación inconsciente y reducir su prevalencia.
Verified answer
Respuesta:
1.
Consciencia personal. Es el proceso de mirarse a uno mismo hacia dentro para reconocer las creencias y los valores que pueden comportar discriminación inconsciente. El reconocimiento puede facilitar el desarrollo de comportamientos de autorregulación que mitiguen la influencia del sesgo en las interacciones con los pacientes3. La adquisición de esta conciencia propia requiere un ritmo interno que se emplee para guiar las interacciones diarias. Este compás puede ayudar a las enfermeras a reconocer actitudes y comportamientos aceptables e inaceptables y a mantenerse en el camino correcto al afrontar el reto continuo de la discriminación inconsciente. Ello requiere una mirada interna continua y crea consciencia de cómo son percibidas por los demás, lo que establece el fundamento para la relación terapéutica enfermera-paciente.
2.
Reconocimiento. Sin reconocimiento de que el problema existe, no se puede establecer ninguna acción para solventarlo. El reconocimiento conlleva aceptación de la responsabilidad que permite marcar la diferencia. Las enfermeras y los demás profesionales de la salud deben trabajar para erradicar la discriminación inconsciente iniciando respuestas que fortalezcan las conductas positivas, tales como la empatía.
3.
Empatía. Los profesionales de la salud deben empatizar con los pacientes y sus circunstancias para comprender lo que están sintiendo. Las enfermeras pueden desarrollar empatía haciendo un esfuerzo consciente para comprender la situación de cada paciente, hacer una inmersión completa desde el punto de vista del paciente y obtener y dar sentido a lo que debe de representar para él4. La mayoría de personas tienen empatía de forma natural, pero algunos pacientes y algunas situaciones puede representar una barrera a la empatía. Por ejemplo, cuidar a un paciente que ha sido partícipe de comportamientos de riesgo que provocan eventos adversos puede hacer más difícil la relación empática. El rechazo a reconocer esta necesidad emocional puede producir resultados negativos durante las interacciones y la prestación de cuidados a los pacientes. Para superar estos obstáculos a la empatía, los profesionales de la salud deben concienciarse de hacer un esfuerzo para reconocer que existen barreras e implementar de forma consciente prácticas que se alineen con una atención no discriminatoria.
4.
Defensa de los derechos del paciente. Apoyar al paciente en sus transiciones por el sistema de salud es lo que se denomina defensa de sus derechos. La enfermera puede actuar como abogado defensor ayudando al paciente en la comunicación con otros miembros del equipo, en la identificación de las mejores opciones terapéuticas, y en la garantía del respeto a los derechos del paciente. En presencia de situaciones de discriminación inconsciente, la defensa del paciente por parte de la enfermera le ayudará a recibir los cuidados que necesita.
Las enfermeras deben defender a los pacientes con tacto, compasión y profesionalidad, y comunicarse con los miembros del equipo para csubrir adecuadamente las necesidades del paciente. Los pacientes deberían ser capaces de notar que las enfermeras procuran hacer lo mejor para conseguir los mejores resultados para ellos.
5.
Educación. Potenciar el conocimiento es esencial para crear consciencia, reconocer la existencia de discriminación inconsciente y reducir su prevalencia.
Explicación: