Es un gas altamente tóxico para las personas y los animales, que se genera por combustiones deficientes de sustancias como gas, gasolina, queroseno o carbón.
Es sumamente peligroso porque es casi imperceptible: no tiene color, olor ni sabor y no irrita las mucosas.
¿Por qué es tan tóxico?
Porque ingresa a la sangre a través de los pulmones y reduce la cantidad de oxígeno que llega a los órganos vitales como el cerebro y el corazón. Esto puede provocar intoxicaciones graves, incluso la muerte.
Explicación:
Cómo prevenir un accidente por inhalación de monóxido de carbono?
1- En lugares cerrados, mantené siempre una ventana abierta.
2- Revisá una vez por año los artefactos de combustión de tu casa con un gasista matriculado. Hacelo preferentemente durante el invierno, cuando más se utilizan estos artefactos.
3- Chequeá que la llama de gas sea azul. Si es amarilla o anaranjada, puede haber presencia de monóxido de carbono.
4- Limpiá las hornallas para que los alimentos no obstruyan los quemadores y generen una mala combustión.
5- Si tenés red de gas natural, en las habitaciones las estufas deben ser de tiro balanceado.
6- Si usás gas envasado, como garrafa o cilindro, la ventilación de la habitación debe estar a la altura de los pies.
7- No instales calefones o estufas en baños o espacios cerrados.
8- Si tenés un detector de monóxido de carbono instalado, chequeá que siempre esté activo.
Respuesta:
¿Qué es el monóxido de carbono?
Es un gas altamente tóxico para las personas y los animales, que se genera por combustiones deficientes de sustancias como gas, gasolina, queroseno o carbón.
Es sumamente peligroso porque es casi imperceptible: no tiene color, olor ni sabor y no irrita las mucosas.
¿Por qué es tan tóxico?
Porque ingresa a la sangre a través de los pulmones y reduce la cantidad de oxígeno que llega a los órganos vitales como el cerebro y el corazón. Esto puede provocar intoxicaciones graves, incluso la muerte.
Explicación:
Cómo prevenir un accidente por inhalación de monóxido de carbono?
1- En lugares cerrados, mantené siempre una ventana abierta.
2- Revisá una vez por año los artefactos de combustión de tu casa con un gasista matriculado. Hacelo preferentemente durante el invierno, cuando más se utilizan estos artefactos.
3- Chequeá que la llama de gas sea azul. Si es amarilla o anaranjada, puede haber presencia de monóxido de carbono.
4- Limpiá las hornallas para que los alimentos no obstruyan los quemadores y generen una mala combustión.
5- Si tenés red de gas natural, en las habitaciones las estufas deben ser de tiro balanceado.
6- Si usás gas envasado, como garrafa o cilindro, la ventilación de la habitación debe estar a la altura de los pies.
7- No instales calefones o estufas en baños o espacios cerrados.
8- Si tenés un detector de monóxido de carbono instalado, chequeá que siempre esté activo.