Respuesta:una pareja de enamorados está en una posada donde coinciden con un desconocido misterioso (Bernhard Goetzke), quien resulta ser la muerte. El novio (Walter Janssen) desaparece y la novia (Lil Dagover) lo busca, hasta que se da cuenta de que se lo llevó la muerte. Esta le muestra tres velas (vidas) a punto de extinguirse y le explica que solo podrá recuperar a su amado si logra salvar alguna de ellas. Estas tres historias, interpretadas por los mismos actores, tendrán lugar en "La ciudad de los fieles" durante el Ramadán, en el carnaval de Venecia y en la antigua China imperial.
Explicación: encontre una pelicula talvez viendola se te haga mas facil
En este relato de iniciación todo comienza y termina en la familia, en el tejido delicado, invisible, de esta unidad sencilla y a la vez fundamental. La familia, nudo que se construye alrededor del amor recíproco, se dibuja aquí en el contraste de lo propio y lo ajeno, lo natural y lo adquirido, la ausencia y la presencia, la restricción y la holgura, la prole numerosa y el hijo que ya no existe.
«Vuelvo a la cama, más que medio asustada, y me duermo. En algún punto, más tarde en la noche –parece mucho más tarde- la mujer entra. Me quedo quieta y respiro como si no me hubiera despertado. Siento el hundimiento del colchón, su peso en la cama. Silenciosamente, se inclina sobre mí. “Dios te ayude, pequeña. Si fueras mía, nunca te habría dejado sola con extraños”.»
Tres luces cuenta de manera progresiva y sutil cómo se configura o más bien reconfigura ese mundo para un niño: a través del reconocimiento de su singularidad y de la búsqueda del padre. El reconocimiento -como parece mostrarlo Keegan-, solo puede ser total cuando pasa por la pérdida. El valor del niño en el seno familiar como prolongación de la vida y fuente de felicidad en el día a día, aparece a la manera de un negativo fotográfico. Mientras éste parece negado en la familia natural, se revela en plenitud en aquella de acogida. Los momentos consagrados a la pequeña protagonista son tanto más preciosos para los Kinsella y también para el lector, cuanto evocan silenciosamente aquellos del niño que se ha perdido, subrayando, como lo haría una serie de instantáneas, lo efímero del tiempo luminoso de la infancia.
Este mecanismo se extiende a la propia paternidad y al modo de ejercerla. La búsqueda del padre es el hilo emotivo que conduce la historia y también el motivo que le da el punto final.
En Tres luces, Keegan también parece cuestionar la familia tradicional; sin interpelar al lector ni forzar el hilo dramático, se dibuja la posibilidad de constituir esta célula de un modo distinto.
Respuesta:una pareja de enamorados está en una posada donde coinciden con un desconocido misterioso (Bernhard Goetzke), quien resulta ser la muerte. El novio (Walter Janssen) desaparece y la novia (Lil Dagover) lo busca, hasta que se da cuenta de que se lo llevó la muerte. Esta le muestra tres velas (vidas) a punto de extinguirse y le explica que solo podrá recuperar a su amado si logra salvar alguna de ellas. Estas tres historias, interpretadas por los mismos actores, tendrán lugar en "La ciudad de los fieles" durante el Ramadán, en el carnaval de Venecia y en la antigua China imperial.
Explicación: encontre una pelicula talvez viendola se te haga mas facil
Respuesta:
En este relato de iniciación todo comienza y termina en la familia, en el tejido delicado, invisible, de esta unidad sencilla y a la vez fundamental. La familia, nudo que se construye alrededor del amor recíproco, se dibuja aquí en el contraste de lo propio y lo ajeno, lo natural y lo adquirido, la ausencia y la presencia, la restricción y la holgura, la prole numerosa y el hijo que ya no existe.
«Vuelvo a la cama, más que medio asustada, y me duermo. En algún punto, más tarde en la noche –parece mucho más tarde- la mujer entra. Me quedo quieta y respiro como si no me hubiera despertado. Siento el hundimiento del colchón, su peso en la cama. Silenciosamente, se inclina sobre mí. “Dios te ayude, pequeña. Si fueras mía, nunca te habría dejado sola con extraños”.»
Tres luces cuenta de manera progresiva y sutil cómo se configura o más bien reconfigura ese mundo para un niño: a través del reconocimiento de su singularidad y de la búsqueda del padre. El reconocimiento -como parece mostrarlo Keegan-, solo puede ser total cuando pasa por la pérdida. El valor del niño en el seno familiar como prolongación de la vida y fuente de felicidad en el día a día, aparece a la manera de un negativo fotográfico. Mientras éste parece negado en la familia natural, se revela en plenitud en aquella de acogida. Los momentos consagrados a la pequeña protagonista son tanto más preciosos para los Kinsella y también para el lector, cuanto evocan silenciosamente aquellos del niño que se ha perdido, subrayando, como lo haría una serie de instantáneas, lo efímero del tiempo luminoso de la infancia.
Este mecanismo se extiende a la propia paternidad y al modo de ejercerla. La búsqueda del padre es el hilo emotivo que conduce la historia y también el motivo que le da el punto final.
En Tres luces, Keegan también parece cuestionar la familia tradicional; sin interpelar al lector ni forzar el hilo dramático, se dibuja la posibilidad de constituir esta célula de un modo distinto.