Elaborar una lista. Antes de ir a la compra es recomendable hacer una lista con todo lo necesario. Para ello, ya puede dividirse en los distintos alimentos: los que no precisan frío, los refrigerados y los congelados (debe incluirse también los productos no alimentarios). Si se ordena en la lista, se pueden evitar problemas como la rotura de la cadena del frío.
Seguir un orden. Primero, los productos que no necesitan frío, como conservas o bebidas, latas o los productos que no son alimentos (limpieza, higiene, entre otros); segundo, los alimentos refrigerados como carnes o yogures; y, por último, los productos congelados. Así, la carne o el pescado deben adquirirse después de los cereales y la leche.
Cuando se compran alimentos refrigerados, deberá comprobarse que están debidamente almacenados en las vitrinas y a las temperaturas adecuadas. Para saber que están bien hay que cerciorarse de que los refrigerados están fríos al tacto y los congelados, duros.
Transportar los alimentos congelados en bolsas térmicas indicadas para ello. De esta manera, el alimento aguanta más durante el tiempo que transcurre entre la compra y la llegada a casa, que debe ser el mínimo.
Deben adquirirse los alimentos que se sepa que se tenga intención de consumir.
Respuesta:
Elaborar una lista. Antes de ir a la compra es recomendable hacer una lista con todo lo necesario. Para ello, ya puede dividirse en los distintos alimentos: los que no precisan frío, los refrigerados y los congelados (debe incluirse también los productos no alimentarios). Si se ordena en la lista, se pueden evitar problemas como la rotura de la cadena del frío.
Seguir un orden. Primero, los productos que no necesitan frío, como conservas o bebidas, latas o los productos que no son alimentos (limpieza, higiene, entre otros); segundo, los alimentos refrigerados como carnes o yogures; y, por último, los productos congelados. Así, la carne o el pescado deben adquirirse después de los cereales y la leche.
Cuando se compran alimentos refrigerados, deberá comprobarse que están debidamente almacenados en las vitrinas y a las temperaturas adecuadas. Para saber que están bien hay que cerciorarse de que los refrigerados están fríos al tacto y los congelados, duros.
Transportar los alimentos congelados en bolsas térmicas indicadas para ello. De esta manera, el alimento aguanta más durante el tiempo que transcurre entre la compra y la llegada a casa, que debe ser el mínimo.
Deben adquirirse los alimentos que se sepa que se tenga intención de consumir.
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