¿Cuándo comenzamos a enmascararnos?, se preguntó la duquesa de Abrantés antes de ir a una de las famosas fiestas de Napoleón en tiempos del imperio, cuando la sociedad parisina se dejó llevar por el flujo de las apariencias como una forma de vivir los impulsos de la libido. Máscaras para mostrar el yo al que se aspira a convertirse en una imagen lábil donde lo importante es la transformación. Una cuestión que tener en cuenta en nuestros días en que, en lugar de las máscaras que inundaban los salones, llevamos mascarillas por las calles de las ciudades y los pueblos para protegernos de la Covid-19, como nos aconsejan las autoridades sanitarias. En las vidas del pasado y en las actuales, la felicidad y la desgracia están separadas una de otra por un trozo de tela, papel o hierro que nos tapa el rostro y nos hace diferentes.
Respuesta:
¿Cuándo comenzamos a enmascararnos?, se preguntó la duquesa de Abrantés antes de ir a una de las famosas fiestas de Napoleón en tiempos del imperio, cuando la sociedad parisina se dejó llevar por el flujo de las apariencias como una forma de vivir los impulsos de la libido. Máscaras para mostrar el yo al que se aspira a convertirse en una imagen lábil donde lo importante es la transformación. Una cuestión que tener en cuenta en nuestros días en que, en lugar de las máscaras que inundaban los salones, llevamos mascarillas por las calles de las ciudades y los pueblos para protegernos de la Covid-19, como nos aconsejan las autoridades sanitarias. En las vidas del pasado y en las actuales, la felicidad y la desgracia están separadas una de otra por un trozo de tela, papel o hierro que nos tapa el rostro y nos hace diferentes.
Explicación:
espero ayudarte☺