Tal y como queremos tratar en esta página, existen diferentes problemas que surgen como resultado de malas prácticas, tales como: Prácticas de cultivo inadecuadas: En un mundo cada vez más globalizado y con más gente poblándolo, la demanda de alimentos crece; normalmente, el aumento del rendimiento de los cultivos en una determinada región viene asociada con una pérdida de biodiversidad. Una mala selección en la rotación de cultivos o aplicar mal esta técnica puede provocar problemas ambientales. Ganadería y sobrepastoreo: Utilizar animales de granja para limpiar de malas hierbas algunos campos es una buena opción, pero un uso excesivo de este sistema acelera la deforestación y la erosión del suelo. Riego y sobreexplotación de recursos hídricos: Un sistema ineficiente de riego de los cultivos conlleva un mayor uso de agua dulce de ríos, lagos/pantanos y acuíferos subterráneos cercanos. Solo el 2,5% del agua que existe en la Tierra es dulce y existen muchas zonas donde escasea, por ello es importante utilizar solamente el agua necesaria, también en agricultura. Contaminación del suelo: Es posible contaminar el suelo de diferentes maneras, pero hay 2 que se realizan de forma frecuente. La primera es contaminar el suelo debido a un uso excesivo de químicos de diversa índole, plaguicidas o pesticidas para evitar que la fauna local arruine las cosechas; la segunda tiene como origen la quema de rastrojos y parte de la cosecha sobrante o que no está en condiciones de ser vendida y/o consumida. Despeje y movimiento de tierras, deforestación y tala de árboles: La eliminación de árboles y otro tipo de flora que ‘incomoda’ en las zonas de cultivo pueden afectar al ecosistema, por ejemplo, con corrimientos de tierra en zonas inclinadas tras una gran tormenta. Plasticultura: La plasticultura es el uso de un acolchado plástico para los cultivos, los agricultores usan láminas de plástico para cubrir el 50-70% del suelo y utilizan sistemas de riego por goteo para tener un mejor control sobre los nutrientes y la humedad del suelo. Este método permite que los pesticidas sean transportados más fácilmente en la escorrentía superficial, pero si dichos productos químicos acaban en humedales o arroyos cercanos pueden afectar seriamente a la flora y fauna local. Además, estos plásticos contienen estabilizantes y colorantes, así como metales pesados, lo que limita su reciclado. Monocultivo: La técnica de monocultivo no necesariamente tiene que ser mala, pero su uso debe estar bien fundamentado. Cultivar una misma variedad de cultivo agota el nitrógeno del suelo (salvo leguminosas) y fomenta su erosión; asimismo, requiere un uso continuo de los mismos productos químicos que pueden afectar al medio ambiente. Cómo llevar a cabo la agricultura de forma adecuada La transformación digital ha traído consigo una ola de cambios significativos en todas las áreas donde ésta ha sido aplicada y no podía ser menos en la agricultura. Si se puede medir, se puede mejorar y es en base a esta idea como debe aprovechar la agricultura la llegada de las nuevas tecnologías. Un campo está sujeto a multitud de parámetros, tanto propios como ajenos: clima, humedad del suelo, índices de vegetación, tipo(s) de cultivos plantados… y conocer en detalle los niveles óptimos de cada uno de ellos es la única manera de sacar el máximo partido al campo.
Tal y como queremos tratar en esta página, existen diferentes problemas que surgen como resultado de malas prácticas, tales como: Prácticas de cultivo inadecuadas: En un mundo cada vez más globalizado y con más gente poblándolo, la demanda de alimentos crece; normalmente, el aumento del rendimiento de los cultivos en una determinada región viene asociada con una pérdida de biodiversidad. Una mala selección en la rotación de cultivos o aplicar mal esta técnica puede provocar problemas ambientales. Ganadería y sobrepastoreo: Utilizar animales de granja para limpiar de malas hierbas algunos campos es una buena opción, pero un uso excesivo de este sistema acelera la deforestación y la erosión del suelo. Riego y sobreexplotación de recursos hídricos: Un sistema ineficiente de riego de los cultivos conlleva un mayor uso de agua dulce de ríos, lagos/pantanos y acuíferos subterráneos cercanos. Solo el 2,5% del agua que existe en la Tierra es dulce y existen muchas zonas donde escasea, por ello es importante utilizar solamente el agua necesaria, también en agricultura. Contaminación del suelo: Es posible contaminar el suelo de diferentes maneras, pero hay 2 que se realizan de forma frecuente. La primera es contaminar el suelo debido a un uso excesivo de químicos de diversa índole, plaguicidas o pesticidas para evitar que la fauna local arruine las cosechas; la segunda tiene como origen la quema de rastrojos y parte de la cosecha sobrante o que no está en condiciones de ser vendida y/o consumida. Despeje y movimiento de tierras, deforestación y tala de árboles: La eliminación de árboles y otro tipo de flora que ‘incomoda’ en las zonas de cultivo pueden afectar al ecosistema, por ejemplo, con corrimientos de tierra en zonas inclinadas tras una gran tormenta. Plasticultura: La plasticultura es el uso de un acolchado plástico para los cultivos, los agricultores usan láminas de plástico para cubrir el 50-70% del suelo y utilizan sistemas de riego por goteo para tener un mejor control sobre los nutrientes y la humedad del suelo. Este método permite que los pesticidas sean transportados más fácilmente en la escorrentía superficial, pero si dichos productos químicos acaban en humedales o arroyos cercanos pueden afectar seriamente a la flora y fauna local. Además, estos plásticos contienen estabilizantes y colorantes, así como metales pesados, lo que limita su reciclado. Monocultivo: La técnica de monocultivo no necesariamente tiene que ser mala, pero su uso debe estar bien fundamentado. Cultivar una misma variedad de cultivo agota el nitrógeno del suelo (salvo leguminosas) y fomenta su erosión; asimismo, requiere un uso continuo de los mismos productos químicos que pueden afectar al medio ambiente. Cómo llevar a cabo la agricultura de forma adecuada La transformación digital ha traído consigo una ola de cambios significativos en todas las áreas donde ésta ha sido aplicada y no podía ser menos en la agricultura. Si se puede medir, se puede mejorar y es en base a esta idea como debe aprovechar la agricultura la llegada de las nuevas tecnologías. Un campo está sujeto a multitud de parámetros, tanto propios como ajenos: clima, humedad del suelo, índices de vegetación, tipo(s) de cultivos plantados… y conocer en detalle los niveles óptimos de cada uno de ellos es la única manera de sacar el máximo partido al campo.
espero y sirva y si es asi dane coronita porfis