Los dos hijos de un labrador no hacían más que pelearse. Peleaban por cosas sin importancia, como a quién le correspondía el turno de manejar el arado, cuál era el más rápido para limpiar los surcos, quién era mejor montando a caballo, etc. Cada vez que peleaban dejaban de hablarse, y eran tan tercos y orgullosos que se negaban a cumplir con sus deberes con tal de demostrarse entre sí lo necesarios e imprescindibles que eran. El resultado de estas frecuentes peleas era que la hacienda se quedaba sin quien la trabajará y cuidara de ella, con el gran riesgo que esto suponía. Para ponerle fin a esta situación, el labrador, que era un hombre inteligente y sabía que sus hijos no atendían a discursos, decidió darles una buena lección. --Vayan al potrero que queda cerca del bosque, recojan todos los leños que encuentren y tráiganlos aquí –les ordeno. Los muchachos obedecieron a regañadientes, y una vez en el potrero, empezaron a competir para ver quien recogía más leños, lo que dio lugar a otra pelea. Cuando estuvieron nuevamente ante su padre, éste les dijo: --Junten todos los leños y amárrenlos fuertemente con esta cuerda. Los muchachos hicieron lo que su padre les pidió. --Veamos ahora quién el más fuerte de los dos. Traten de partir este haz de leña. Los hijos del labrador se dedicaron a ello con feroz empeño, poniendo los pies sobre el haz y jalando con todas sus fuerzas. Primero por turnos y luego los dos juntos, y no pudieron partirlo por más que lo intentaron. Derrotados, le declararon a su padre que esto era imposible. --Desaten el haz y traten ahora de partir los leños uno por uno –les pidió. No les costó trabajo cumplir esa orden. A los pocos minutos todos los leños estaban partidos. --Lo mismo que les acaba de pasar a estos leños nos puede pasar a cualquiera de nosotros si nos separamos. La discordia no conviene cuando se trabaja por una misma causa. Si nos unimos, en cambio, seremos fuertes y resistentes y nadie podrá hacernos daño con facilidad --sentenció el labrador, con una sonrisa de satisfacción en los labios.
¿Cuál es el inicio del cuento Anterior? ¿Cuál es el nudo del cuento anterior? ¿Cuál es el desenlace del cuento anterior? ¿Cuáles son los personajes principales y secundarios? ¿Cuál es el tiempo cronológico y atmosférico de la historia? ¿Cuál es el espacio en el que se desarrolla la historia? ¿Cuál es el tema de la historia? Escribe el argumento de la historia. AYÚDENME POR FAVOR
Los dos hijos de un labrador no hacían más que pelearse. Peleaban por cosas sin importancia, como a quién le correspondía el turno de manejar el arado, cuál era el más rápido para limpiar los surcos, quién era mejor montando a caballo, etc. Cada vez que peleaban dejaban de hablarse, y eran tan tercos y orgullosos que se negaban a cumplir con sus deberes con tal de demostrarse entre sí lo necesarios e imprescindibles que eran. El resultado de estas frecuentes peleas era que la hacienda se quedaba sin quien la trabajará y cuidara de ella, con el gran riesgo que esto suponía.
Para ponerle fin a esta situación, el labrador, que era un hombre inteligente y sabía que sus hijos no atendían a discursos, decidió darles una buena lección.
--Vayan al potrero que queda cerca del bosque, recojan todos los leños que encuentren y tráiganlos aquí –les ordeno.
Los muchachos obedecieron a regañadientes, y una vez en el potrero, empezaron a competir para ver quien recogía más leños, lo que dio lugar a otra pelea.
Cuando estuvieron nuevamente ante su padre, éste les dijo:
--Junten todos los leños y amárrenlos fuertemente con esta cuerda.
Los muchachos hicieron lo que su padre les pidió.
--Veamos ahora quién el más fuerte de los dos. Traten de partir este haz de leña.
Los hijos del labrador se dedicaron a ello con feroz empeño, poniendo los pies sobre el haz y jalando con todas sus fuerzas. Primero por turnos y luego los dos juntos, y no pudieron partirlo por más que lo intentaron. Derrotados, le declararon a su padre que esto era imposible.
--Desaten el haz y traten ahora de partir los leños uno por uno –les pidió.
No les costó trabajo cumplir esa orden. A los pocos minutos todos los leños estaban partidos.
--Lo mismo que les acaba de pasar a estos leños nos puede pasar a cualquiera de nosotros si nos separamos. La discordia no conviene cuando se trabaja por una misma causa. Si nos unimos, en cambio, seremos fuertes y resistentes y nadie podrá hacernos daño con facilidad --sentenció el labrador, con una sonrisa de satisfacción en los labios.
Explicación:
Están: en negrita el inicio, cursiva el nudoy subrayado el desenlace
Personajes principales los hijos y secundario el padre ( igual creo que los tres son importantes)
El tiempo cronológico y atmosférico: cada vez que peleaban, veamos ahora, por turnos, cuando estuvieron ante su padre
Espacio: en el arado, el bosque, el potrero.
tema: "La unión entre hermanos"
Argumento: Un labrador les dio un trabajo en común a sus dos hijos para que dejaran de pelear y ser tercos. Ese trabajo consistía en juntar leñas pero ellos lo hicieron compitiendo, luego, cuando el padre les dijo que partan el paquete de leñas, se dieron cuenta que ninguno podía sin la ayuda del otro
Esto les enseñó a los dos hermanos que siendo unidos y sin discordia podrían trabajar en una misma causa sin que los demás le hagan daño.
Respuesta:
Los dos hijos de un labrador no hacían más que pelearse. Peleaban por cosas sin importancia, como a quién le correspondía el turno de manejar el arado, cuál era el más rápido para limpiar los surcos, quién era mejor montando a caballo, etc. Cada vez que peleaban dejaban de hablarse, y eran tan tercos y orgullosos que se negaban a cumplir con sus deberes con tal de demostrarse entre sí lo necesarios e imprescindibles que eran. El resultado de estas frecuentes peleas era que la hacienda se quedaba sin quien la trabajará y cuidara de ella, con el gran riesgo que esto suponía.
Para ponerle fin a esta situación, el labrador, que era un hombre inteligente y sabía que sus hijos no atendían a discursos, decidió darles una buena lección.
--Vayan al potrero que queda cerca del bosque, recojan todos los leños que encuentren y tráiganlos aquí –les ordeno.
Los muchachos obedecieron a regañadientes, y una vez en el potrero, empezaron a competir para ver quien recogía más leños, lo que dio lugar a otra pelea.
Cuando estuvieron nuevamente ante su padre, éste les dijo:
--Junten todos los leños y amárrenlos fuertemente con esta cuerda.
Los muchachos hicieron lo que su padre les pidió.
--Veamos ahora quién el más fuerte de los dos. Traten de partir este haz de leña.
Los hijos del labrador se dedicaron a ello con feroz empeño, poniendo los pies sobre el haz y jalando con todas sus fuerzas. Primero por turnos y luego los dos juntos, y no pudieron partirlo por más que lo intentaron. Derrotados, le declararon a su padre que esto era imposible.
--Desaten el haz y traten ahora de partir los leños uno por uno –les pidió.
No les costó trabajo cumplir esa orden. A los pocos minutos todos los leños estaban partidos.
--Lo mismo que les acaba de pasar a estos leños nos puede pasar a cualquiera de nosotros si nos separamos. La discordia no conviene cuando se trabaja por una misma causa. Si nos unimos, en cambio, seremos fuertes y resistentes y nadie podrá hacernos daño con facilidad --sentenció el labrador, con una sonrisa de satisfacción en los labios.
Explicación:
Están: en negrita el inicio, cursiva el nudo y subrayado el desenlace
Personajes principales los hijos y secundario el padre ( igual creo que los tres son importantes)
El tiempo cronológico y atmosférico: cada vez que peleaban, veamos ahora, por turnos, cuando estuvieron ante su padre
Espacio: en el arado, el bosque, el potrero.
tema: "La unión entre hermanos"
Argumento: Un labrador les dio un trabajo en común a sus dos hijos para que dejaran de pelear y ser tercos. Ese trabajo consistía en juntar leñas pero ellos lo hicieron compitiendo, luego, cuando el padre les dijo que partan el paquete de leñas, se dieron cuenta que ninguno podía sin la ayuda del otro
Esto les enseñó a los dos hermanos que siendo unidos y sin discordia podrían trabajar en una misma causa sin que los demás le hagan daño.