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La facción empresarial del NWO es dominada por los banqueros internacionales, los barones del petróleo y los carteles farmacéuticos, así como por otras corporaciones multinacionales. La Familia Real de Inglaterra, es decir la Reina Elizabeth II y la casa de Windsor (descendientes de la realeza europea alemana, o de la familia de Saxe-Coburg-Gotha, cuyo nombre se cambió a “Windsor” en 1914) son jugadores de alto nivel dentro de la oligarquía que controla el estrato superior del NWO. El cuartel general de los controladores se encuentra en la Ciudad de Londres, en Basilea (Suiza) y en Bruselas (la base de la OTAN).Las Naciones Unidas, así como las agencias que trabajan bajo el amparo de la ONU (como la Organización Mundial de la Salud), son jugadores a tiempo completo en este esquema. Así mismo, la OTAN es la herramienta militar del NWO.Los líderes de los países industrializados más grandes, como Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Italia, Australia y Nueva Zelanda (los miembros del G7/G8) son activos participantes en esta manipulación histórica. En el presente, el plan del NOM ha avanzado tanto que sólo los siervos del NOM pueden postular a cargos directivos en el mundo. Por ejemplo, el efecto histórico hubiera sido el mismo, independiente de quien ganara la elección presidencial de 1996 – Bill Clinton o Bob Dole – dado que ambos postulantes pertenecían al mismo club. Cualquiera que no se suba al barco del NWO es eliminado, como lo fueron el Presidente Kennedy, Ali Bhutto (Pakistán) y Aldo Moro (Italia). Más recientemente, el Almirante Borda y William Colby fueron asesinados debido a que no deseaban participar en la manipulación histórica.