La evolución del arte en la antigua Roma se puede dividir en tres periodos principales: el arte etrusco-romano, el arte republicano y el arte imperial.
El arte etrusco-romano se caracterizó por la influencia de la cultura etrusca en la región de Lacio, donde se encuentra Roma. Este periodo se extendió desde el siglo VIII a.C. hasta el siglo III a.C. y se caracterizó por la producción de cerámica, esculturas y objetos de bronce.
El arte republicano, que se desarrolló desde el siglo III a.C. hasta el siglo I a.C., se caracterizó por la influencia de la cultura griega en la producción artística romana. Durante este periodo se produjeron importantes obras de arquitectura, escultura y pintura, como el Templo de Júpiter en el Capitolio y la escultura de Laocoonte y sus hijos.
Finalmente, el arte imperial se desarrolló durante el periodo del Imperio Romano, desde el siglo I d.C. hasta el siglo V d.C. Este periodo se caracterizó por la producción de monumentos y edificios públicos, como el Coliseo y el Arco de Tito, así como por la producción de mosaicos y frescos en las villas romanas.
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roooooooooojekwi y sol
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La evolución del arte en la antigua Roma se puede dividir en tres periodos principales: el arte etrusco-romano, el arte republicano y el arte imperial.
El arte etrusco-romano se caracterizó por la influencia de la cultura etrusca en la región de Lacio, donde se encuentra Roma. Este periodo se extendió desde el siglo VIII a.C. hasta el siglo III a.C. y se caracterizó por la producción de cerámica, esculturas y objetos de bronce.
El arte republicano, que se desarrolló desde el siglo III a.C. hasta el siglo I a.C., se caracterizó por la influencia de la cultura griega en la producción artística romana. Durante este periodo se produjeron importantes obras de arquitectura, escultura y pintura, como el Templo de Júpiter en el Capitolio y la escultura de Laocoonte y sus hijos.
Finalmente, el arte imperial se desarrolló durante el periodo del Imperio Romano, desde el siglo I d.C. hasta el siglo V d.C. Este periodo se caracterizó por la producción de monumentos y edificios públicos, como el Coliseo y el Arco de Tito, así como por la producción de mosaicos y frescos en las villas romanas.