mucho tiempo antes de la conquista de Méjico por los españoles, vivía en este país un poderoso rey, padre de siete príncipes. Todos, como hijos de serrallo, tenian, poco más o menos, la misma edad.
Una noche, cuando el Rey dormía tranquilamente en su tienda, fue despertado por los lamentos de una niña, que, desnuda y hambrienta, había llegado, nadie sabía de dónde, al lugar donde el Rey descansaba. Conmovido éste por su extraordinaria belleza, la adoptó y educó con el cariño de un padre.
mucho tiempo antes de la conquista de Méjico por los españoles, vivía en este país un poderoso rey, padre de siete príncipes. Todos, como hijos de serrallo, tenian, poco más o menos, la misma edad.
Una noche, cuando el Rey dormía tranquilamente en su tienda, fue despertado por los lamentos de una niña, que, desnuda y hambrienta, había llegado, nadie sabía de dónde, al lugar donde el Rey descansaba. Conmovido éste por su extraordinaria belleza, la adoptó y educó con el cariño de un padre.