Con la llegada de la Virgen Asunta a la ciudad de Chachapoyas, abre un capítulo de fervor religioso en las antiguas familias que ha de proyectarse a través del tiempo.
Don Julián Monteza, viejo tronco de una distinguida familia chachapoyana, olvidándose de los rigores de una larga jornada desde Quito, Ecuador, donde residía, en 1842 decide retornar a sus lares queridos, trayendo como precioso regalo las imágenes de Jesús Nazareno y de la Virgen Asunta talladas en madera fina.
Después del año de 1952, las festividades en Honor a la Virgen se fueron acrecentando, se iniciaba con la quincena a la Virgen a mediados de julio, luego se continuaba con la novena la cual culminaba el 10 de agosto, el día 11 la imagen de la Virgen Asunta era trasladada solemnemente por el Obispo de la diócesis de Chachapoyas de su templo a la Catedral para el solemne triduo, el día 14 por la noche se realizaban las solemnes vísperas y el día 15 las 10 de la mañana se celebraba la Misa Solemne, concluido dicha celebración se elegía a los miembros del nuevo Comité, quienes se encargaban de organizar las fiestas del próximo año, culminado dicho acto se procedía a la procesión solemne de la Virgen Asunta de retorno a su templo, en algunas ocasiones su retorno se realizaba el día 16, en este recorrido participaban los danzantes de Levanto, quienes ala compás de la tinya y el antara bailaban a los pies de la Virgen.
Con la llegada de la Virgen Asunta a la ciudad de Chachapoyas, abre un capítulo de fervor religioso en las antiguas familias que ha de proyectarse a través del tiempo.
Don Julián Monteza, viejo tronco de una distinguida familia chachapoyana, olvidándose de los rigores de una larga jornada desde Quito, Ecuador, donde residía, en 1842 decide retornar a sus lares queridos, trayendo como precioso regalo las imágenes de Jesús Nazareno y de la Virgen Asunta talladas en madera fina.
Después del año de 1952, las festividades en Honor a la Virgen se fueron acrecentando, se iniciaba con la quincena a la Virgen a mediados de julio, luego se continuaba con la novena la cual culminaba el 10 de agosto, el día 11 la imagen de la Virgen Asunta era trasladada solemnemente por el Obispo de la diócesis de Chachapoyas de su templo a la Catedral para el solemne triduo, el día 14 por la noche se realizaban las solemnes vísperas y el día 15 las 10 de la mañana se celebraba la Misa Solemne, concluido dicha celebración se elegía a los miembros del nuevo Comité, quienes se encargaban de organizar las fiestas del próximo año, culminado dicho acto se procedía a la procesión solemne de la Virgen Asunta de retorno a su templo, en algunas ocasiones su retorno se realizaba el día 16, en este recorrido participaban los danzantes de Levanto, quienes ala compás de la tinya y el antara bailaban a los pies de la Virgen.