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Lengua andina antes de la caida del tahuantinsuyo

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Lee el texto y responde: La flor que ganó la batalla Todo el mundo suele despreciar los cardos porque no tienen olor ni son hermosos, y, además, están llenos de espinas. Sin embargo, hace mucho tiempo, cuando los vikingos atacaban las costas de Escocia, los escoceses hicieron huir a sus enemigos gracias a esta planta. Cuenta la leyenda que todo ocurrió una noche, en uno de los muchos castillos de la costa. Aquel día, después de continuos ataques de los vikingos, la situación parecía tranquila. –No teman –dijeron los guardias y mensajeros desde uno de los torreones–. No hay vikingos a la vista. ¡Por fin podemos descansar! Por eso, aquella noche, gracias a las palabras de los centinelas, los habitantes de la fortaleza se fueron a dormir tranquilos, incluso guardaron sus carruajes. Pero, cerca de la costa, un barco vikingo aguar daba, escondido entre la niebla, era el momento propio para atacar. “Esto va a ser más fácil de lo que creía”, pensaba el jefe vikingo. “Los pillaremos por sorpresa. ” Y en efecto, a medianoche, mientras los habitantes del castillo dormían confiados, los vikingos desembarcaron en la playa. Reinaba un profundo silencio y los atacantes, descalzos, se dirigieron sigilosamente al castillo. Cuando llegaron a los pies de la fortaleza, el jefe vikingo dijo: –Atravesaremos el foso y el follaje y escalaremos las murallas. Parece que los centinelas no nos han oído. Los vikingos siguieron las órdenes de su jefe y comenzaron a atravesar el foso, que estaba vacío y lleno de hierbajos. –¡Ay, socorro! ¡Qué dolor! ¡No! –gritaron de repente los vikingos en el silencio de la noche–. Todo está lleno de cardos. ¡Y tienen unas espinas enormes! Los gritos de dolor de los vikingos se oyeron en el castillo. –¡Alarma! ¡Alarma! ¡Nos atacan! –gritaron los centinelas al escuchar aquel estrépito. En pocos minutos, los habitantes del castillo ocuparon sus posiciones de defensa para rechazar el ataque de los enemigos. La situación se hizo desesperada para los vikingos, que huyeron hacia la playa. La mayoría iba cojeando. –¡Miren cómo huyen! –gritó satisfecho uno de los escoceses entre las risas de sus compañeros. Y desde ese día, para recordar aquel suceso, la humilde planta que antes todos despreciaban, empezó a aparecer en los emblemas de los habitantes de estas tierras y se convirtió en su símbolo. Todavía hoy, el cardo es la flor más apreciada en Escocia. Imagina que eres el jefe vikingo y escribe en primera persona, de manera resumida, el texto leído. ____________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
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