No niego que la Sociedad de la Información es un avance tremendo, que pueden leerse periódicos de Melbourne al segundo en la computadora de tu casa o en tu móvil, y que la capacidad de comunicación tecnológica hoy es casi de ciencia-ficción.
Sin embargo, tantas posibilidades están llevando a nuestra sociedad a que cada individuo se aísle en su madriguera, sentado delante de una pantalla y ajeno a lo que ocurre en su entorno inmediato. Las redes sociales pueden ser un buen mecanismo de comunicación, pero resulta que hay gente que tiene "amigos" virtuales que viven en Oviedo, en Valparaíso o en Nueva Orleans y no se habla con el vecino de al lado cuando se lo encuentra en el ascensor.
Me decía hace unos días un cartero con muchos años de servicio que antes llegaba a un barrio, y cuando una dirección no estaba clara preguntaba a cualquiera dónde era la casa de fulano, y todo el mundo se lo indicaba, e incluso le daban detalles sobre la mejor hora para entregarle una carta certificada.
Ahora es imposible, pregunta por una persona desde el portero automático y nadie lo conoce, aunque vive en el mismo edificio. Me incluyeron en Facebook hace un par de años, tengo casi 500 amigos y cuando entro me pierdo en un bosque de saludos que luego tienen poca incidencia en la vida cotidiana, porque los que siguen funcionando son los amigos de siempre, esos con los que te ves o hablas con ellos por teléfono.
Y es que una cosa es la capacidad tecnológica de comunicación y otra muy distinta la comunicación real. De todas formas, hay que estar ahí, porque es un canal que no podemos despreciar.
Respuesta:
que es tesis y te pueda ayudar