Una de las primeras leyendas sobre este famoso equino fue recogida por el historiador griego Calístenes, sobrino de Aristóteles. En sus textos se narra que Bucéfalo era un caballo de hermosa figura, de una belleza extraordinaria y que estaba dominado por un furor salvaje.
Hijo de una de las yeguas de Diomedes este caballo -cuenta la historia- se alimentaba de carne humana, aunque este aspecto que podría ser una exageración literaria de los narradores de la época, ya que desde un punto biológico ningún caballo puede alimentarse de carne.
Pero continuando con el “carnivorismo” de Bucéfalo se afirma que el padre de Alejandro Magno, Filipo de Macedonia, lo mantenía encerrado en una jaula de oro arrojando a su interior a todo aquel que se atreviera a desobedecerlo. En una ocasión el Oráculo de Delfos le pronóstico a Filipo que aquel que pudiera montar a Bucéfalo y cruzar la ciudad de Pela se convertiría en el rey de todo el mundo habitado.
Según Calístenes, un día Alejandro, aún adolescente, lo descubrió en las caballerizas reales y al acercarse el animal extendió sus patas delanteras y relinchó suavemente, como si reconociera a su amo. El joven pudo sacarlo sin ninguna ayuda y montó a Bucéfalo por toda la ciudad, mostrándose dócil con un jinete que según la leyenda debía convertirse en el rey de todo el orbe.
Probablemente sean los textos de Plutarco los que más se acerquen más a la realidad y de acuerdo con su narración en un momento dado el rey Filipo de Macedonia quiso regalar a su hijo un caballo de Tesalia, en aquella época considerados los mejores ejemplares. Fue un mercader quién le mostró un hermoso ejemplar de color negro que tenía un ojo azul y una mancha blanca en la frente con forma de estrella.
Respuesta:
Una de las primeras leyendas sobre este famoso equino fue recogida por el historiador griego Calístenes, sobrino de Aristóteles. En sus textos se narra que Bucéfalo era un caballo de hermosa figura, de una belleza extraordinaria y que estaba dominado por un furor salvaje.
Hijo de una de las yeguas de Diomedes este caballo -cuenta la historia- se alimentaba de carne humana, aunque este aspecto que podría ser una exageración literaria de los narradores de la época, ya que desde un punto biológico ningún caballo puede alimentarse de carne.
Pero continuando con el “carnivorismo” de Bucéfalo se afirma que el padre de Alejandro Magno, Filipo de Macedonia, lo mantenía encerrado en una jaula de oro arrojando a su interior a todo aquel que se atreviera a desobedecerlo. En una ocasión el Oráculo de Delfos le pronóstico a Filipo que aquel que pudiera montar a Bucéfalo y cruzar la ciudad de Pela se convertiría en el rey de todo el mundo habitado.
Según Calístenes, un día Alejandro, aún adolescente, lo descubrió en las caballerizas reales y al acercarse el animal extendió sus patas delanteras y relinchó suavemente, como si reconociera a su amo. El joven pudo sacarlo sin ninguna ayuda y montó a Bucéfalo por toda la ciudad, mostrándose dócil con un jinete que según la leyenda debía convertirse en el rey de todo el orbe.
Probablemente sean los textos de Plutarco los que más se acerquen más a la realidad y de acuerdo con su narración en un momento dado el rey Filipo de Macedonia quiso regalar a su hijo un caballo de Tesalia, en aquella época considerados los mejores ejemplares. Fue un mercader quién le mostró un hermoso ejemplar de color negro que tenía un ojo azul y una mancha blanca en la frente con forma de estrella.
Explicación:
espero te sirva