Podemos observar una enorme variedad de acontecimientos en la naturaleza, desde la caída de una hoja en otoño hasta la explosión de una supernova. Puede parecer que hay una gran disparidad de orígenes y explicaciones para entender tantos fenómenos y tan distintos como los que se dan en el Universo. Sin embargo, es aceptado por los científicos que todo puede ser descrito simplemente a partir de cuatro fuerzas fundamentales.
El hecho de que todo pueda ser explicado a partir de ellas no significa que en realidad se lleve a cabo. En primer lugar porque no hay aún una teoría unificada que abarque las cuatro fuerzas, y en segundo porque, aún cuando la haya, si es que los físicos dan con ella, tal vez las ecuaciones resultantes sean tan complejas que ni los mejores ordenadores podrán con ellas.
Estas cuatro fuerzas, o más propiamente llamadas por los científicos interacciones, se manifiestan mediante campos de ondas que ejercen efectos sobre las partículas, sobre los cuerpos e incluso sobre la energía. Además, como propuso Louis de Broglie a partir de trabajos previos de Einstein, todas las ondas se pueden estudiar como partículas y viceversa. Por tanto las cuatro interacciones también se manifiestan mediante un intercambio de partículas. Estas partículas son los bosones y las vimos en el artículo del mes pasado.
Podemos observar una enorme variedad de acontecimientos en la naturaleza, desde la caída de una hoja en otoño hasta la explosión de una supernova. Puede parecer que hay una gran disparidad de orígenes y explicaciones para entender tantos fenómenos y tan distintos como los que se dan en el Universo. Sin embargo, es aceptado por los científicos que todo puede ser descrito simplemente a partir de cuatro fuerzas fundamentales.
El hecho de que todo pueda ser explicado a partir de ellas no significa que en realidad se lleve a cabo. En primer lugar porque no hay aún una teoría unificada que abarque las cuatro fuerzas, y en segundo porque, aún cuando la haya, si es que los físicos dan con ella, tal vez las ecuaciones resultantes sean tan complejas que ni los mejores ordenadores podrán con ellas.
Estas cuatro fuerzas, o más propiamente llamadas por los científicos interacciones, se manifiestan mediante campos de ondas que ejercen efectos sobre las partículas, sobre los cuerpos e incluso sobre la energía. Además, como propuso Louis de Broglie a partir de trabajos previos de Einstein, todas las ondas se pueden estudiar como partículas y viceversa. Por tanto las cuatro interacciones también se manifiestan mediante un intercambio de partículas. Estas partículas son los bosones y las vimos en el artículo del mes pasado.