Yareinis
La independencia de los Estados Unidos se inició no con la Declaración de la Independencia de julio de 1776, sino mucho antes con eventos que reflejan, para los colonos americanos, la importancia de ideas tales como el autogobierno y el manejo de sus finanzas. Fue la defensa de estas ideas por parte de una clase privilegiada económica y socialmente en el nuevo mundo lo que llevó a la independencia de los Estados Unidos. En consecuencia, si bien la independencia americana data de 1776, ésta es, en realidad, el resultado de la adopción, por parte de los colonos, de ideas liberales tanto económicas como sociales, mucho antes de 1776.
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Valen216La revolución americana se originó, sobre todo, debido a una causa política. La población de las Trece colonias estaba descontenta ya que aportaban impuestos como cualquier súbdito británico y, sin embargo, no tenían representantes en el Parlamento de Londres y, por lo tanto, no tenían capacidad de decisión política. El control de la Corona británica sobre sus colonias americanas se estrechó en la segunda mitad del siglo XVIII, y medidas como la imposición de nuevas tasas exacerbaron los ánimos de los colonos. La tensión entre la metrópoli y las colonias irá en aumento. Las colonias habían colaborado con Inglaterra en la guerra de los Siete Años (5) contra Francia (1748-1756), y en lugar de ser recompensadas, se crearon nuevos impuestos sobre el azúcar y subieron los ya existentes, sobre todo el del papel timbrado (6), muy utilizado en la época. La Paz de París, entre Francia e Inglaterra, había alejado el peligro francés. La competencia comercial fortalece la conciencia política y las aspiraciones de autonomía. Influidos por las ideas de la Ilustración, la burguesía americana era consciente de sus privilegios y de sus derechos. Estas esperanzas se verán amenazadas por la política centralista de Jorge III (1760-1820). La guerra había sido larga y costosa, Inglaterra quería recuperar gastos a costa de aumentar la presión fiscal sobre los colonos, además establece la Línea de los Apalaches, prohibición de colonización al oeste de éstos, ya que la Corona los considera propiedad suya. La Corona establecerá además limitaciones al comercio interior, prohibirá la apertura de nuevas fábricas (impidiendo la formación de industria autóctona) e impondrá impuestos directos, destinados a sufragar los gastos de la guerra contra Francia, sobre el papel, el vidrio, el plomo y sobre la propiedad. Esta situación propiciará que, desde mediados del siglo XVIII, se extienda la creencia de que no hace falta seguir bajo la soberanía de Gran Bretaña y provocará actos de protesta. «Los avisos de Boston en la Nueva Inglaterra, recibidos por vía de Bristol, refieren que por el mes de agosto último se había sublevado el populacho de aquella ciudad con motivo de los nuevos impuestos, establecidas en la última sesión del Parlamento; que no sólo fueron insultados los principales personajes del continente, sin también hicieron pedazos los papeles y efectos del Contralor, del Juez del Almirantazgo, del Repartidor de Sellos, y del Gobernador, cuya casa entraron a saco llevándose cuanto había en ella, y que no habían calmado muchos desórdenes hasta que principios del mes siguientes, que se pudieran junta como unos 500 hombres, que lograron arrestar las principales cabezas de la sublevación» (7). El gobierno inglés desoirá las demandas sobre el control colonial en materia de impuestos, presentadas ante el Parlamento. La corona suprimirá los impuestos especiales, excepto el del té, que se mantendrá como un signo del poder soberano del Parlamento inglés y que asegurará el monopolio a la Compañía de las Indias Orientales, haciendo estallar el Motín del Té de Boston (1773), que supuso la ruptura de las relaciones comerciales con la metrópoli.
El control de la Corona británica sobre sus colonias americanas se estrechó en la segunda mitad del siglo XVIII, y medidas como la imposición de nuevas tasas exacerbaron los ánimos de los colonos. La tensión entre la metrópoli y las colonias irá en aumento.
Las colonias habían colaborado con Inglaterra en la guerra de los Siete Años (5) contra Francia (1748-1756), y en lugar de ser recompensadas, se crearon nuevos impuestos sobre el azúcar y subieron los ya existentes, sobre todo el del papel timbrado (6), muy utilizado en la época.
La Paz de París, entre Francia e Inglaterra, había alejado el peligro francés. La competencia comercial fortalece la conciencia política y las aspiraciones de autonomía. Influidos por las ideas de la Ilustración, la burguesía americana era consciente de sus privilegios y de sus derechos. Estas esperanzas se verán amenazadas por la política centralista de Jorge III (1760-1820). La guerra había sido larga y costosa, Inglaterra quería recuperar gastos a costa de aumentar la presión fiscal sobre los colonos, además establece la Línea de los Apalaches, prohibición de colonización al oeste de éstos, ya que la Corona los considera propiedad suya. La Corona establecerá además limitaciones al comercio interior, prohibirá la apertura de nuevas fábricas (impidiendo la formación de industria autóctona) e impondrá impuestos directos, destinados a sufragar los gastos de la guerra contra Francia, sobre el papel, el vidrio, el plomo y sobre la propiedad.
Esta situación propiciará que, desde mediados del siglo XVIII, se extienda la creencia de que no hace falta seguir bajo la soberanía de Gran Bretaña y provocará actos de protesta.
«Los avisos de Boston en la Nueva Inglaterra, recibidos por vía de Bristol, refieren que por el mes de agosto último se había sublevado el populacho de aquella ciudad con motivo de los nuevos impuestos, establecidas en la última sesión del Parlamento; que no sólo fueron insultados los principales personajes del continente, sin también hicieron pedazos los papeles y efectos del Contralor, del Juez del Almirantazgo, del Repartidor de Sellos, y del Gobernador, cuya casa entraron a saco llevándose cuanto había en ella, y que no habían calmado muchos desórdenes hasta que principios del mes siguientes, que se pudieran junta como unos 500 hombres, que lograron arrestar las principales cabezas de la sublevación» (7).
El gobierno inglés desoirá las demandas sobre el control colonial en materia de impuestos, presentadas ante el Parlamento. La corona suprimirá los impuestos especiales, excepto el del té, que se mantendrá como un signo del poder soberano del Parlamento inglés y que asegurará el monopolio a la Compañía de las Indias Orientales, haciendo estallar el Motín del Té de Boston (1773), que supuso la ruptura de las relaciones comerciales con la metrópoli.