El 1° de enero de 1959 las fuerzas del Ejército Rebelde encabezadas por Fidel Castro ingresan victoriosas en Santiago de Cuba y el dictador Fulgencio Batista huye hacia EE.UU dando inicio a la única revolución triunfante en América Latina que terminó con la expropiación de la burguesía y los terratenientes. Una semana más tarde, el 8 de enero, una huelga general derrotó las maniobras de la dictadura que buscaba birlarle la victoria al M26 mediante la creación de una junta militar. El Ejército Rebelde es recibido por grandes multitudes en La Habana.
La revolución puso fin a la dictadura de Fulgencio Batista, que había llegado al poder el 10 de marzo de 1952, encabezando un golpe conocido como el “madrugazo”. Contó además con el apoyo firme del Ejército, el imperialismo y la burguesía. En aquel tiempo Cuba enfrentaba una grave situación por la caída de la demanda del azúcar, motor de la economía local, y la apertura de una fuerte crisis social. Cuba vivía en la degradación social producto de la dominación imperialista. La Habana era un gran burdel donde se divertían los norteamericanos y hacían grandes negocios los integrantes de la mafia.
El 1° de enero de 1959 las fuerzas del Ejército Rebelde encabezadas por Fidel Castro ingresan victoriosas en Santiago de Cuba y el dictador Fulgencio Batista huye hacia EE.UU dando inicio a la única revolución triunfante en América Latina que terminó con la expropiación de la burguesía y los terratenientes. Una semana más tarde, el 8 de enero, una huelga general derrotó las maniobras de la dictadura que buscaba birlarle la victoria al M26 mediante la creación de una junta militar. El Ejército Rebelde es recibido por grandes multitudes en La Habana.
La revolución puso fin a la dictadura de Fulgencio Batista, que había llegado al poder el 10 de marzo de 1952, encabezando un golpe conocido como el “madrugazo”. Contó además con el apoyo firme del Ejército, el imperialismo y la burguesía. En aquel tiempo Cuba enfrentaba una grave situación por la caída de la demanda del azúcar, motor de la economía local, y la apertura de una fuerte crisis social. Cuba vivía en la degradación social producto de la dominación imperialista. La Habana era un gran burdel donde se divertían los norteamericanos y hacían grandes negocios los integrantes de la mafia.