El proceso de la conquista y la colonización española en el Perú se inicia con la captura de Atahualpa en Cajamarca, en 1532. Nueva Castilla y Nueva Toledo son los primeros nombres oficiales que tienen los territorios del antiguo Tahuantinsuyo o Imperio de los Incas. Este hecho tuvo una repercusión en la vida de los pobladores del Perú antiguo. Les impusieron normas de vida, la religión católica, el idioma castellano y fueron obligados a realizar trabajos en las minas y en los obrajes.
La dependencia oficial ante España se inicia propiamente en 1542, con el establecimiento del Virreinato del Perú, con capital en la Ciudad de los Reyes o Lima, cerca de la costa. El área virreinal abarcaba entonces gran parte del territorio sudamericano, con la excepción de Venezuela o Caracas (bajo la jurisdicción del Virreinato de México y luego del de Nueva Granada) y la mitad del Brasil actual (dominio de Portugal).
El proceso de la conquista y la colonización española en el Perú se inicia con la captura de Atahualpa en Cajamarca, en 1532. Nueva Castilla y Nueva Toledo son los primeros nombres oficiales que tienen los territorios del antiguo Tahuantinsuyo o Imperio de los Incas. Este hecho tuvo una repercusión en la vida de los pobladores del Perú antiguo. Les impusieron normas de vida, la religión católica, el idioma castellano y fueron obligados a realizar trabajos en las minas y en los obrajes.
La dependencia oficial ante España se inicia propiamente en 1542, con el establecimiento del Virreinato del Perú, con capital en la Ciudad de los Reyes o Lima, cerca de la costa. El área virreinal abarcaba entonces gran parte del territorio sudamericano, con la excepción de Venezuela o Caracas (bajo la jurisdicción del Virreinato de México y luego del de Nueva Granada) y la mitad del Brasil actual (dominio de Portugal).