yashirojas
La globalización no es, en sí misma, ni mala ni buena. Eso depende de los intereses del grupo social al que pertenezcas o de tu ideología. Por ejemplo, la globalización favorece la interdependencia económica mundial, al promover el desarme arancelario de los diferentes países, lo que redundaría en la especialización de cada región en la producción de unos artículos concretos (aquellos para los que esté mejor capacitada) y en una mayor productividad. Sin embargo, también es cierto que la globalización puede provocar la ruina de muchos campesinos del Tercer Mundo, que son propietarios de pequeñas parcelas de tierra, cultivan con métodos poco eficientes y no pueden competir con la importación de alimentos procedentes de los países capitalistas avanzados. Eso explica por qué los campesinos indígenas centroamericanos son tan hostiles a cualquier debate sobre la posibilidad de ampliar el Tratado de Libre Comercio a sus respectivos países, pues la agricultura estadounidense arrollaría literalmente a las agriculturas autosuficientes indígenas.
Sin embargo, también es cierto que la globalización puede provocar la ruina de muchos campesinos del Tercer Mundo, que son propietarios de pequeñas parcelas de tierra, cultivan con métodos poco eficientes y no pueden competir con la importación de alimentos procedentes de los países capitalistas avanzados. Eso explica por qué los campesinos indígenas centroamericanos son tan hostiles a cualquier debate sobre la posibilidad de ampliar el Tratado de Libre Comercio a sus respectivos países, pues la agricultura estadounidense arrollaría literalmente a las agriculturas autosuficientes indígenas.