la geografía económica es la rama de la geografía humana que relaciona y simpatiza la actividad económica (consumo y producción) con el lugar del mundo en que se lleva a cabo. Los geógrafos se interesan no solo por dónde están las cosas sino por qué están situadas en donde se encuentran, y la naturaleza de los procesos que afectan a consumidores y un conjunto de establecimientos de producción dentro de algún espacio definido. Los consumidores (todas las personas) son móviles, mientras que los establecimientos son en lugares fijos. Los consumidores se desplazan para consumir bienes y servicios, aunque en ocasiones son los productos los que se mueven desde el lugar de producción hasta el consumidor (entrega a domicilio), pero lo habitual es que el producto y el consumidor se muevan hasta un lugar de encuentro: el mercado.
Teóricamente, en una economía de libre mercado, la demanda y la oferta se reflejan en los precios. Pero, si se introduce la variable espacial, se necesita, también, tener en cuenta el coste del desplazamiento tanto del producto como de los consumidores, que se mide tanto en dinero como en tiempo empleado en el traslado. El precio refleja la última unidad (marginal) de un artículo o servicio colocado en el mercado, mientras que el valor depende de lo necesario que sea para el consumidor.
la geografía económica es la rama de la geografía humana que relaciona y simpatiza la actividad económica (consumo y producción) con el lugar del mundo en que se lleva a cabo. Los geógrafos se interesan no solo por dónde están las cosas sino por qué están situadas en donde se encuentran, y la naturaleza de los procesos que afectan a consumidores y un conjunto de establecimientos de producción dentro de algún espacio definido. Los consumidores (todas las personas) son móviles, mientras que los establecimientos son en lugares fijos. Los consumidores se desplazan para consumir bienes y servicios, aunque en ocasiones son los productos los que se mueven desde el lugar de producción hasta el consumidor (entrega a domicilio), pero lo habitual es que el producto y el consumidor se muevan hasta un lugar de encuentro: el mercado.
Teóricamente, en una economía de libre mercado, la demanda y la oferta se reflejan en los precios. Pero, si se introduce la variable espacial, se necesita, también, tener en cuenta el coste del desplazamiento tanto del producto como de los consumidores, que se mide tanto en dinero como en tiempo empleado en el traslado. El precio refleja la última unidad (marginal) de un artículo o servicio colocado en el mercado, mientras que el valor depende de lo necesario que sea para el consumidor.