La familia forma y cultiva los valores
La familia es la escuela del más rico humanismo. Es la primera responsable de la
formación. Todos los miembros de la familia, cada uno según su propio don, tiene
la gracia y la responsabilidad de construir día a día, aportando a la construcción de
las personas, haciendo de la familia una escuela de humanidad más completa y
más rica. Mediante el amor, el respeto, la obediencia a los padres, los hijos,
aportarán su específica e insustituible contribución a la edificación de la familia
auténticamente humana y cristiana. (D. P 1035, GE, 52)
Es responsabilidad de los padres crear un ambiente familiar animado por el amor,
la piedad hacia Dios y hacia los hombres, que favorezca la educación integral. (D.
P 1035, GE, 52)
Mediante el amor, el respeto, la obediencia a los padres, los hijos, aportarán su
específica e insustituible contribución a la edificación de la familia auténticamente
humana y cristiana. (D. P 1035, GE, 52)
La educación es ante todo un regalo de la humanidad por parte de ambos padres:
ellos comunican juntos su humanidad madura al recién nacido, el cual a su vez,
les da el frescor y la novedad de la humanidad que trae consigo al mundo.
Los padres son los primeros y principales educadores de sus propios hijos: son
educadores por ser padres.
El mandamiento del decálogo exige al hijo que honre a su padre y a su madre.
Este mandamiento impone también el deber de honrar a sus propios hijos, sean
pequeños o grandes. (Juan Pablo II).
Solo con un espíritu de sacrificio se conserva y se perfecciona la comunión
familiar.
La familia ha de colaborar en la humanización y personalización de la sociedad,
mediante el ejemplo y estímulo en las relaciones comunitarias en un clima de
justicia, diálogo y amor. (Reflexiones de clase)
3. El amor, el respeto y la obediencia son deberes ¿de quién según el texto?
La familia es la escuela del más rico humanismo. Es la primera responsable de la
formación. Todos los miembros de la familia, cada uno según su propio don, tiene
la gracia y la responsabilidad de construir día a día, aportando a la construcción de
las personas, haciendo de la familia una escuela de humanidad más completa y
más rica. Mediante el amor, el respeto, la obediencia a los padres, los hijos,
aportarán su específica e insustituible contribución a la edificación de la familia
auténticamente humana y cristiana. (D. P 1035, GE, 52)
Es responsabilidad de los padres crear un ambiente familiar animado por el amor,
la piedad hacia Dios y hacia los hombres, que favorezca la educación integral. (D.
P 1035, GE, 52)
Mediante el amor, el respeto, la obediencia a los padres, los hijos, aportarán su
específica e insustituible contribución a la edificación de la familia auténticamente
humana y cristiana. (D. P 1035, GE, 52)
La educación es ante todo un regalo de la humanidad por parte de ambos padres:
ellos comunican juntos su humanidad madura al recién nacido, el cual a su vez,
les da el frescor y la novedad de la humanidad que trae consigo al mundo.
Los padres son los primeros y principales educadores de sus propios hijos: son
educadores por ser padres.
El mandamiento del decálogo exige al hijo que honre a su padre y a su madre.
Este mandamiento impone también el deber de honrar a sus propios hijos, sean
pequeños o grandes. (Juan Pablo II).
Solo con un espíritu de sacrificio se conserva y se perfecciona la comunión
familiar.
La familia ha de colaborar en la humanización y personalización de la sociedad,
mediante el ejemplo y estímulo en las relaciones comunitarias en un clima de
justicia, diálogo y amor. (Reflexiones de clase)
3. El amor, el respeto y la obediencia son deberes ¿de quién según el texto?
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Respuesta:
de nosotros los hijos para mi pero podría ser la familia digo que nosotros los niños debemos ser obedientes no por obligación si no por respeto a ellos porque lo minimo que podemos hacer es eso obedecer.Ya que nuestros padres se esfuerzan mucho para sacarnos adelante :)