El Humanismo fue un movimiento de renovación cultural nacido en Italia durante el siglo XV. Éste se caracterizaba por el rechazo hacia Dios y exaltación del ser humano como el único dotado de razón y libertad.
Se inspiraron en la cultura grecolatina, lo que permitió traducir obras de muchos autores clásicos como Platón y Aristóteles.
También tenían gran interés y curiosidad por la ciencia y el progreso técnico y además, utilizaron las lenguas vernáculas ( castellano, italiano, francés… ) para sustituir el latín y el griego. Gracias a esto se llevo a cabo la traducción de la Biblia.
La invención de la imprenta a mediados del siglo XV, facilitó la expansión de las ideas humanistas por el continente europeo. Al principio, solo se editaban los libros en ciudades importantes debido al elevado coste que suponía, pero al poco tiempo se extendieron a muchas otras ciudades europeas.
Las Academias fueron las impulsoras más destacadas del Humanismo. Estaban compuestas por eruditos, que se dedicaban a la traducción de manuscritos antiguos y al intercambio de bajo la protección económica de un señor.
A su vez, las Universidades llevaron a cabo un importante papel en la formación y transmisión de nuevas ideas.
El Humanismo fue un movimiento de renovación cultural nacido en Italia durante el siglo XV. Éste se caracterizaba por el rechazo hacia Dios y exaltación del ser humano como el único dotado de razón y libertad.
Se inspiraron en la cultura grecolatina, lo que permitió traducir obras de muchos autores clásicos como Platón y Aristóteles.
También tenían gran interés y curiosidad por la ciencia y el progreso técnico y además, utilizaron las lenguas vernáculas ( castellano, italiano, francés… ) para sustituir el latín y el griego. Gracias a esto se llevo a cabo la traducción de la Biblia.
La invención de la imprenta a mediados del siglo XV, facilitó la expansión de las ideas humanistas por el continente europeo. Al principio, solo se editaban los libros en ciudades importantes debido al elevado coste que suponía, pero al poco tiempo se extendieron a muchas otras ciudades europeas.
Las Academias fueron las impulsoras más destacadas del Humanismo. Estaban compuestas por eruditos, que se dedicaban a la traducción de manuscritos antiguos y al intercambio de bajo la protección económica de un señor.
A su vez, las Universidades llevaron a cabo un importante papel en la formación y transmisión de nuevas ideas.