1. Los líderes humildes tienden a compartir sus recursos, tengan poco o mucho. Los líderes arrogantes tienden a atesorar sus recursos, y están dispuestos a compartir solo si obtienen algo a cambio.
2. Los líderes humildes tienden a construir puentes, y se niegan a demonizar o descuidar a los demás. Los líderes arrogantes tienden a trabajar solos, y se niegan a asociarse con otros, especialmente aquellos que tienen puntos de vista diferentes.
3. Los líderes humildes tienden a ignorar los chismes, pues son lo suficientemente sabios como para saber que siempre hay otro lado de la historia. Los líderes arrogantes tienden a difundir y oír chismes, siempre queriendo escuchar lo peor de los demás para sentirse mejor.
4. Los líderes humildes tienden a ser hacedores de reyes, sin exigir ser ellos los reyes. Los líderes arrogantes tienden a buscar atención, y prefieren quemar puentes o llegar con armas de fuego si no se salen con la suya.
5. Los líderes humildes tienden a celebrar los logros de los demás y no los suyos. Los líderes arrogantes tienden a ignorar los logros de otras personas si no beneficia su agenda.
6. Los líderes humildes tienden a dar el beneficio de la duda, pues saben que nadie está siempre en su mejor momento. Los líderes arrogantes tienden a asumir lo peor, y son incapaces de ver las vigas en sus propios ojos.
7. Los líderes humildes tienden a apreciar los matices, ya que saben que se han equivocado muchas veces antes. Los líderes arrogantes tienden a ver todo extremadamente blanco y negro, y están poco dispuestos a considerar puntos de vista contrarios.
8. Los líderes humildes tienden a ser empáticos, y a menudo priorizan a las personas sobre las ideas. Los líderes arrogantes tienden a ser rígidos, incapaces de recibir críticas constructivas.
9. Los líderes humildes tienden a aceptar la rendición de cuentas, porque saben cuánto la necesitan. Los líderes arrogantes tienden a rechazar la rendición de cuentas, y la consideran una molestia o una pérdida de tiempo.
10. Los líderes humildes tienden a reconocer sus errores, ya que saben que están lejos de ser perfectos. Los líderes arrogantes tienden a culpar a los demás por sus defectos o fracasos, y no están dispuestos a reconocer sus propias tendencias pecaminosas.
Respuesta:
1. Los líderes humildes tienden a compartir sus recursos, tengan poco o mucho. Los líderes arrogantes tienden a atesorar sus recursos, y están dispuestos a compartir solo si obtienen algo a cambio.
2. Los líderes humildes tienden a construir puentes, y se niegan a demonizar o descuidar a los demás. Los líderes arrogantes tienden a trabajar solos, y se niegan a asociarse con otros, especialmente aquellos que tienen puntos de vista diferentes.
3. Los líderes humildes tienden a ignorar los chismes, pues son lo suficientemente sabios como para saber que siempre hay otro lado de la historia. Los líderes arrogantes tienden a difundir y oír chismes, siempre queriendo escuchar lo peor de los demás para sentirse mejor.
4. Los líderes humildes tienden a ser hacedores de reyes, sin exigir ser ellos los reyes. Los líderes arrogantes tienden a buscar atención, y prefieren quemar puentes o llegar con armas de fuego si no se salen con la suya.
5. Los líderes humildes tienden a celebrar los logros de los demás y no los suyos. Los líderes arrogantes tienden a ignorar los logros de otras personas si no beneficia su agenda.
6. Los líderes humildes tienden a dar el beneficio de la duda, pues saben que nadie está siempre en su mejor momento. Los líderes arrogantes tienden a asumir lo peor, y son incapaces de ver las vigas en sus propios ojos.
7. Los líderes humildes tienden a apreciar los matices, ya que saben que se han equivocado muchas veces antes. Los líderes arrogantes tienden a ver todo extremadamente blanco y negro, y están poco dispuestos a considerar puntos de vista contrarios.
8. Los líderes humildes tienden a ser empáticos, y a menudo priorizan a las personas sobre las ideas. Los líderes arrogantes tienden a ser rígidos, incapaces de recibir críticas constructivas.
9. Los líderes humildes tienden a aceptar la rendición de cuentas, porque saben cuánto la necesitan. Los líderes arrogantes tienden a rechazar la rendición de cuentas, y la consideran una molestia o una pérdida de tiempo.
10. Los líderes humildes tienden a reconocer sus errores, ya que saben que están lejos de ser perfectos. Los líderes arrogantes tienden a culpar a los demás por sus defectos o fracasos, y no están dispuestos a reconocer sus propias tendencias pecaminosas.