Personaje bíblico, mujer de Urías el hitita. Su nombre hebreo es Bat-?eba' 'hija de la abundancia'. Según el relato de la Escritura era muy hermosa, y el rey David, al verla de lejos mientras se bañaba (2S 11, 2 ss.), se enamoró de ella. Su marido, oficial de las tropas reales, estaba luchando contra los ammonitas. David se acostó con ella y la dejó encinta; aunque quiso disimular ese hecho enviando a su casa a Urías, éste no se acercó a su mujer. El rey dio instrucciones para que se le pusiera en el lugar más peligroso en la campaña, de forma que muriera. Así pudo David tomar a Betsabé por esposa (2S 11, 27), mereciendo la censura de Natán el profeta (2S 12, 1 ss.) y el anuncio del castigo divino por el adulterio a pesar de su arrepentimiento: el hijo de esa unión nacería muerto
Más adelante, Betsabé tuvo con David otros hijos, entre ellosSalomón, al que el rey prometió dar el trono a pesar de que no era el primogénito (2S 12, 24). Llegado el momento, Betsabé, animada por Natán, reclamó al rey que cumpliera su palabra, ya que Adonías estaba haciendo maniobras a fin de ser el sucesor (1R 1, 11 ss.).
Muerto ya David, Adonías le ruega que intervenga ante el nuevo rey, Salomón, para que le dé por mujer a Abisag, la sunamita, última esposa de David, lo que puede interpretarse como una argucia para reclamar la corona; Salomón, enfurecido por la treta, o aprovechando el pretexto que le ofrece su madre, hace dar muerte a Adonías (1R 2, 13 ss.).
Desde el punto de vista literario, Betsabé resulta un personaje un tanto ambiguo, ya que el texto no parece presentarla como mero objeto pasivo de la pasión del rey, sino como una fría calculadora que sabe los pasos que debe seguir para conseguir el poder político. Quizá la intención teológica del relato bíblico vaya aún más allá: los planes divinos sobre la sucesión de David se realizan aun a través del pecado de los hombres.
Personaje bíblico, mujer de Urías el hitita. Su nombre hebreo es Bat-?eba' 'hija de la abundancia'. Según el relato de la Escritura era muy hermosa, y el rey David, al verla de lejos mientras se bañaba (2S 11, 2 ss.), se enamoró de ella. Su marido, oficial de las tropas reales, estaba luchando contra los ammonitas. David se acostó con ella y la dejó encinta; aunque quiso disimular ese hecho enviando a su casa a Urías, éste no se acercó a su mujer. El rey dio instrucciones para que se le pusiera en el lugar más peligroso en la campaña, de forma que muriera. Así pudo David tomar a Betsabé por esposa (2S 11, 27), mereciendo la censura de Natán el profeta (2S 12, 1 ss.) y el anuncio del castigo divino por el adulterio a pesar de su arrepentimiento: el hijo de esa unión nacería muerto
Más adelante, Betsabé tuvo con David otros hijos, entre ellosSalomón, al que el rey prometió dar el trono a pesar de que no era el primogénito (2S 12, 24). Llegado el momento, Betsabé, animada por Natán, reclamó al rey que cumpliera su palabra, ya que Adonías estaba haciendo maniobras a fin de ser el sucesor (1R 1, 11 ss.).
Muerto ya David, Adonías le ruega que intervenga ante el nuevo rey, Salomón, para que le dé por mujer a Abisag, la sunamita, última esposa de David, lo que puede interpretarse como una argucia para reclamar la corona; Salomón, enfurecido por la treta, o aprovechando el pretexto que le ofrece su madre, hace dar muerte a Adonías (1R 2, 13 ss.).
Desde el punto de vista literario, Betsabé resulta un personaje un tanto ambiguo, ya que el texto no parece presentarla como mero objeto pasivo de la pasión del rey, sino como una fría calculadora que sabe los pasos que debe seguir para conseguir el poder político. Quizá la intención teológica del relato bíblico vaya aún más allá: los planes divinos sobre la sucesión de David se realizan aun a través del pecado de los hombres.