La comunicación (del latín communicatio, -ōnis.1) es la acción consciente de intercambiar información entre dos o más participantes con el fin de transmitir o recibir información u opiniones distintas.2Los pasos básicos de la comunicación son la formación de una intención de comunicar, la composición del mensaje, la codificación del mensaje, la transmisión de la señal, la recepción de la señal, la decodificación del mensaje y finalmente, la interpretación del mensaje por parte de un receptor.
Es la utilización de un código específico para la transmisión de un mensaje o una determinada experiencia en unidades semánticas con el objeto de permitir a los hombres relaciones entre sí.
Explicación:
¿Qué es la expresión?
Una expresión es todo acto comunicativo del ser humano, que a través de algún medio o lenguaje (verbal o no verbal) se hacen manifiestos. Esta palabra adquiere su significado más concreto en cada uno de los distintos ámbitos de la vida y del saber, como veremos más adelante, pero siempre conserva el mismo sentido original: el de una información que se pone de manifiesto, que se hace legible o reconocible, es decir, que se expresa.
El término “expresión” proviene del latín expresivo, de donde proviene también el verbo “exprimir”. Está formado por el prefijo ex– (“afuera”) y primera (“apretar”), en el sentido de que una expresión es lo que sale de algo cuando se lo exprime, y figuradamente, es aquello que también “sale” de nuestros cuerpos.
Así, aquello que se expresa es lo que se comunica a los demás, mientras que aquello que permanece oculto está, justamente, sin expresar, sepultado dentro de nosotros mismos. Expresarse, por lo tanto, equivale a sacar de adentro de uno mismo lo que se quiere decir.
Lo que llamamos expresión es, al mismo tiempo, al acto y al resultado de dicho proceso de manifestación de una información. Por eso, se suele hablar de expresiones para referirse a palabras, frases y modismos del lenguaje verbal con los cuales podemos comunicarnos (como en “expresiones extranjeras”), o a las diferentes manifestaciones de otro tipo de información (“expresión genética” en biología, o “expresión analítica” en matemática).
De manera similar, cuando hablamos de llevar algo a su mínima expresión o a su máxima expresión, nos referimos a llevarlo a su manifestación más baja (débil, discreta, pequeña, etc.) o más alta posible (fuerte, escandalosa, grande, etc.), respectivamente.
Expresión oral y escrita
En la expresión oral también intervienen la voz, la dicción y otros elementos.
Normalmente, los seres humanos disponemos de dos maneras principales de expresarnos conscientemente: la oral (hablada) y la escrita. Las dos son muy distintas, a pesar de estar relacionadas y depender del lenguaje verbal.
La expresión oral implica el conjunto de factores que afectan la comunicación humana a través de una lengua compartida entre emisor y receptor. En ella intervienen elementos como la voz, la dicción, la fluidez del habla, así como elementos paralingüísticos, como la gestualidad, la proxémica, etc. A menos que intervengan aparatos de grabación, la expresión oral es presencial y efímera, o sea, ocurre en el lugar y el momento en que estén emisor y receptor, y luego desaparece, y se trata del mecanismo más antiguo y natural del ser humano, que emplea los distintos órganos que componen su aparato fonador.
La expresión escrita en cambio responde a la invención de una de las más importantes y revolucionarias tecnologías inventadas por la humanidad alrededor del año 4.000 a. C., o sea: la escritura. Con ella se intenta solventar los problemas de presencialidad y desaparición de la comunicación oral, ya que la escritura permanece en el tiempo y puede comunicar a dos o más personas que sepan leer, incluso si están separadas por kilómetros de tierra o por el paso de los siglos. La expresión escrita, así, requiere de un aprendizaje y una práctica, ya que es algo adquirido y artificial. Involucra tanto a la lectura como la escritura, es decir, la capacidad de generar y de interpretar símbolos visuales plasmados en un soporte físico.
Expresión corporal
Por expresión corporal es la capacidad de transmitir información de manera no lingüística, a través de las posturas y los movimientos del cuerpo. Este tipo de expresión suele acompañar al habla y a menudo incluso transmitir información contraria a la dicha, ya que la forma en que el cuerpo actúa puede expresar, inconscientemente, contenidos que se desea ocultar.
El dominio de la expresión corporal es común en oradores, políticos y otras profesiones en que se requiere de un control pleno sobre el mensaje transmitido. Es una fuente de información continua que obedece a ciertos códigos culturales y sociales.
Por ejemplo, unos brazos sólidamente cruzados sobre el pecho suelen interpretarse como un mensaje de desconfianza, defensividad o incluso superioridad (razón, esta última, por la cual veremos ese gesto repetirse en superhéroes y otros personajes ficcionales cuya fuerza se desea resaltar).
En el caso de la expresión corporal que únicamente atañe a las posiciones y movimientos del rostro, se la conoce comúnmente como expresión facial.
Respuesta:
La comunicación (del latín communicatio, -ōnis.1) es la acción consciente de intercambiar información entre dos o más participantes con el fin de transmitir o recibir información u opiniones distintas.2Los pasos básicos de la comunicación son la formación de una intención de comunicar, la composición del mensaje, la codificación del mensaje, la transmisión de la señal, la recepción de la señal, la decodificación del mensaje y finalmente, la interpretación del mensaje por parte de un receptor.
Explicación:
ay esta jejej
Respuesta:
Es la utilización de un código específico para la transmisión de un mensaje o una determinada experiencia en unidades semánticas con el objeto de permitir a los hombres relaciones entre sí.
Explicación:
¿Qué es la expresión?
Una expresión es todo acto comunicativo del ser humano, que a través de algún medio o lenguaje (verbal o no verbal) se hacen manifiestos. Esta palabra adquiere su significado más concreto en cada uno de los distintos ámbitos de la vida y del saber, como veremos más adelante, pero siempre conserva el mismo sentido original: el de una información que se pone de manifiesto, que se hace legible o reconocible, es decir, que se expresa.
El término “expresión” proviene del latín expresivo, de donde proviene también el verbo “exprimir”. Está formado por el prefijo ex– (“afuera”) y primera (“apretar”), en el sentido de que una expresión es lo que sale de algo cuando se lo exprime, y figuradamente, es aquello que también “sale” de nuestros cuerpos.
Así, aquello que se expresa es lo que se comunica a los demás, mientras que aquello que permanece oculto está, justamente, sin expresar, sepultado dentro de nosotros mismos. Expresarse, por lo tanto, equivale a sacar de adentro de uno mismo lo que se quiere decir.
Lo que llamamos expresión es, al mismo tiempo, al acto y al resultado de dicho proceso de manifestación de una información. Por eso, se suele hablar de expresiones para referirse a palabras, frases y modismos del lenguaje verbal con los cuales podemos comunicarnos (como en “expresiones extranjeras”), o a las diferentes manifestaciones de otro tipo de información (“expresión genética” en biología, o “expresión analítica” en matemática).
De manera similar, cuando hablamos de llevar algo a su mínima expresión o a su máxima expresión, nos referimos a llevarlo a su manifestación más baja (débil, discreta, pequeña, etc.) o más alta posible (fuerte, escandalosa, grande, etc.), respectivamente.
Expresión oral y escrita
En la expresión oral también intervienen la voz, la dicción y otros elementos.
Normalmente, los seres humanos disponemos de dos maneras principales de expresarnos conscientemente: la oral (hablada) y la escrita. Las dos son muy distintas, a pesar de estar relacionadas y depender del lenguaje verbal.
La expresión oral implica el conjunto de factores que afectan la comunicación humana a través de una lengua compartida entre emisor y receptor. En ella intervienen elementos como la voz, la dicción, la fluidez del habla, así como elementos paralingüísticos, como la gestualidad, la proxémica, etc. A menos que intervengan aparatos de grabación, la expresión oral es presencial y efímera, o sea, ocurre en el lugar y el momento en que estén emisor y receptor, y luego desaparece, y se trata del mecanismo más antiguo y natural del ser humano, que emplea los distintos órganos que componen su aparato fonador.
La expresión escrita en cambio responde a la invención de una de las más importantes y revolucionarias tecnologías inventadas por la humanidad alrededor del año 4.000 a. C., o sea: la escritura. Con ella se intenta solventar los problemas de presencialidad y desaparición de la comunicación oral, ya que la escritura permanece en el tiempo y puede comunicar a dos o más personas que sepan leer, incluso si están separadas por kilómetros de tierra o por el paso de los siglos. La expresión escrita, así, requiere de un aprendizaje y una práctica, ya que es algo adquirido y artificial. Involucra tanto a la lectura como la escritura, es decir, la capacidad de generar y de interpretar símbolos visuales plasmados en un soporte físico.
Expresión corporal
Por expresión corporal es la capacidad de transmitir información de manera no lingüística, a través de las posturas y los movimientos del cuerpo. Este tipo de expresión suele acompañar al habla y a menudo incluso transmitir información contraria a la dicha, ya que la forma en que el cuerpo actúa puede expresar, inconscientemente, contenidos que se desea ocultar.
El dominio de la expresión corporal es común en oradores, políticos y otras profesiones en que se requiere de un control pleno sobre el mensaje transmitido. Es una fuente de información continua que obedece a ciertos códigos culturales y sociales.
Por ejemplo, unos brazos sólidamente cruzados sobre el pecho suelen interpretarse como un mensaje de desconfianza, defensividad o incluso superioridad (razón, esta última, por la cual veremos ese gesto repetirse en superhéroes y otros personajes ficcionales cuya fuerza se desea resaltar).
En el caso de la expresión corporal que únicamente atañe a las posiciones y movimientos del rostro, se la conoce comúnmente como expresión facial.