Aunque sin duda es más lo que tienen en común que lo que las separa, las diferencias entre Europa y Estados Unidos van desde lo cultural a lo filosófico, y desde lo político hasta lo legal; la Historia no es una excepción, sino que, de hecho, constituye el mejor cauce para analizar esas divergencias. En este Trabajo trataremos la historia de Estados Unidos no desde un punto de vista ecléctico, sino centrando nuestro estudio en las causas concretas de la construcción de la que es hoy la potencia más poderosa del planeta, y en sus consecuencias. Así, podremos ver la evolución de EE.UU., desde la independencia de trece colonias hasta la nación continental de hoy, desde una doble perspectiva. Por un lado, estudiaremos los sustentos político-ideológicos que impulsaron la expansión del país y su confirmación como potencia hegemónica; por el otro, desde un punto de vista más histórico-jurídico - aunque sin abandonar el campo de la ciencia política -, analizaremos las vías formales por las que EE.UU. se expandió por Norteamérica. Ello lo haremos prestando especial atención a la vital influencia que tuvo en este proceso de expansión la política exterior aislacionista primero, e intervencionista después, de los sucesivos presidentes, empezando por el que sentó las bases de este sistema, James Monroe, y terminando por el que culminó su aplicación, Theodore Roosevelt. Prestaremos por tanto atención, principalmente, a la segunda mitad del siglo XIX y a los comienzos del siglo XX.
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Aunque sin duda es más lo que tienen en común que lo que las separa, las diferencias entre Europa y Estados Unidos van desde lo cultural a lo filosófico, y desde lo político hasta lo legal; la Historia no es una excepción, sino que, de hecho, constituye el mejor cauce para analizar esas divergencias. En este Trabajo trataremos la historia de Estados Unidos no desde un punto de vista ecléctico, sino centrando nuestro estudio en las causas concretas de la construcción de la que es hoy la potencia más poderosa del planeta, y en sus consecuencias. Así, podremos ver la evolución de EE.UU., desde la independencia de trece colonias hasta la nación continental de hoy, desde una doble perspectiva. Por un lado, estudiaremos los sustentos político-ideológicos que impulsaron la expansión del país y su confirmación como potencia hegemónica; por el otro, desde un punto de vista más histórico-jurídico - aunque sin abandonar el campo de la ciencia política -, analizaremos las vías formales por las que EE.UU. se expandió por Norteamérica. Ello lo haremos prestando especial atención a la vital influencia que tuvo en este proceso de expansión la política exterior aislacionista primero, e intervencionista después, de los sucesivos presidentes, empezando por el que sentó las bases de este sistema, James Monroe, y terminando por el que culminó su aplicación, Theodore Roosevelt. Prestaremos por tanto atención, principalmente, a la segunda mitad del siglo XIX y a los comienzos del siglo XX.
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