Según la opinión de los estudiosos, la mayoría de las obras de arte filipino
realizadas durante el periodo de la presencia española en las islas (1565-1898)
—exceptuando la arquitectura— han desaparecido, hasta el punto de que
algunos afirman que, sobre todo en lo que se refiere a las pictóricas, más del
90 por 100 de esas creaciones se han perdido para siempre.
Las causas de este auténtico desastre artístico y cultural son muchas. Una
de ellas es el clima filipino. Las frecuentes lluvias, las inundaciones, la humedad, el calor propios de una latitud tropical y, más recientemente, la contaminación no favorecen la conservación de estas piezas. La abundancia de distintos tipos de insectos que devoran el papel, la tela y la madera es otro factor
reseñable, al que se debe añadir —sin tener en cuenta otros conflictos menores— los expolios perpetrados por los ingleses durante la invasión de Manila
de 1762, la guerra hispano-filipina de 1868 y la segunda guerra mundial, la
más destructiva de todas. Esta última, que tuvo efectos desastrosos en todo
Filipinas, se ensañó especialmente con Manila, la ciudad donde se concentraba el núcleo de las colecciones artísticas en iglesias, conventos y edificios
civiles. Los bombardeos de 1945 redujeron a escombros el patrimonio histórico-artístico acumulado durante trescientos años.
Tristemente, a estas causas hay que añadir también la negligencia humana,
la falta de sensibilidad y de apego a la cultura, la apatía e ignorancia que han
llevado a no valorar un arte que hubiese merecido una mejor suerte. Esto hace
que, lo poco que queda, tenga actualmente un valor añadido.
Se explica así también que sobrevivan hoy fuera de Filipinas colecciones
artísticas de mayor importancia que las existentes en el propio archipiélago.
Cuando esas obras fueron sacadas de las islas, entre los siglos XVII-XIX, eran
piezas abundantes en su lugar de origen. Pero, mientras que en las islas han
desaparecido en gran parte, en otros lugares, de modo especial en España, han
sobrevivido. Esto se debe en gran medida a las distintas circunstancias históricas, climáticas y culturales
Respuesta:
Según la opinión de los estudiosos, la mayoría de las obras de arte filipino
realizadas durante el periodo de la presencia española en las islas (1565-1898)
—exceptuando la arquitectura— han desaparecido, hasta el punto de que
algunos afirman que, sobre todo en lo que se refiere a las pictóricas, más del
90 por 100 de esas creaciones se han perdido para siempre.
Las causas de este auténtico desastre artístico y cultural son muchas. Una
de ellas es el clima filipino. Las frecuentes lluvias, las inundaciones, la humedad, el calor propios de una latitud tropical y, más recientemente, la contaminación no favorecen la conservación de estas piezas. La abundancia de distintos tipos de insectos que devoran el papel, la tela y la madera es otro factor
reseñable, al que se debe añadir —sin tener en cuenta otros conflictos menores— los expolios perpetrados por los ingleses durante la invasión de Manila
de 1762, la guerra hispano-filipina de 1868 y la segunda guerra mundial, la
más destructiva de todas. Esta última, que tuvo efectos desastrosos en todo
Filipinas, se ensañó especialmente con Manila, la ciudad donde se concentraba el núcleo de las colecciones artísticas en iglesias, conventos y edificios
civiles. Los bombardeos de 1945 redujeron a escombros el patrimonio histórico-artístico acumulado durante trescientos años.
Tristemente, a estas causas hay que añadir también la negligencia humana,
la falta de sensibilidad y de apego a la cultura, la apatía e ignorancia que han
llevado a no valorar un arte que hubiese merecido una mejor suerte. Esto hace
que, lo poco que queda, tenga actualmente un valor añadido.
Se explica así también que sobrevivan hoy fuera de Filipinas colecciones
artísticas de mayor importancia que las existentes en el propio archipiélago.
Cuando esas obras fueron sacadas de las islas, entre los siglos XVII-XIX, eran
piezas abundantes en su lugar de origen. Pero, mientras que en las islas han
desaparecido en gran parte, en otros lugares, de modo especial en España, han
sobrevivido. Esto se debe en gran medida a las distintas circunstancias históricas, climáticas y culturales
Explicación: