Se requiere “distanciamiento social” para prevenir la infección. Pero la soledad también puede enfermarnos. Las consecuencias en la salud mental del encierro, la pérdida de la rutina habitual y la reducción del contacto social y físico con los demás.
La interacción social nos nutre, las rutinas nos organizan y tenemos a la libertad en alta estima. La limitación de estas actividades sociales nos produce malestar que según cada persona se va a manifestar de diferentes formas. Para algunos como irritación, aburrimiento y ansiedad, y para otros como falta de aire, sensación de encierro y molestias corporales”.
La Administración de Recursos y Servicios de Salud de los Estados Unidos advierte que la soledad puede ser tan perjudicial para la salud como fumar 15 cigarrillos al día.
Los sentimientos de aislamiento y soledad pueden aumentar la probabilidad de depresión, presión arterial alta y muerte por enfermedad cardíaca. También pueden afectar la capacidad del sistema inmune para combatir infecciones, un hecho que es especialmente relevante durante una pandemia.
La soledad puede activar nuestra función de lucha o huida, causando inflamación crónica y reduciendo la capacidad del cuerpo para defenderse de los virus (Shutterstock).
El aislamiento social, y más particularmente en los grupos de riesgo por edad tiene graves consecuencias en relación con la salud psíquica. En personas mayores, tiende a generar no solamente depresión, sino además una retracción libidinal psíquica, es decir un distanciamiento o desconexión de los objetos y las personas que puede elevar el nivel de daño de las enfermedades neurológicas o acelerarlas.
La rigidez de este tipo de medidas tiene un enorme riesgo para los adultos, los niños y los ancianos.
Respuesta:
Se requiere “distanciamiento social” para prevenir la infección. Pero la soledad también puede enfermarnos. Las consecuencias en la salud mental del encierro, la pérdida de la rutina habitual y la reducción del contacto social y físico con los demás.
La interacción social nos nutre, las rutinas nos organizan y tenemos a la libertad en alta estima. La limitación de estas actividades sociales nos produce malestar que según cada persona se va a manifestar de diferentes formas. Para algunos como irritación, aburrimiento y ansiedad, y para otros como falta de aire, sensación de encierro y molestias corporales”.
La Administración de Recursos y Servicios de Salud de los Estados Unidos advierte que la soledad puede ser tan perjudicial para la salud como fumar 15 cigarrillos al día.
Los sentimientos de aislamiento y soledad pueden aumentar la probabilidad de depresión, presión arterial alta y muerte por enfermedad cardíaca. También pueden afectar la capacidad del sistema inmune para combatir infecciones, un hecho que es especialmente relevante durante una pandemia.
La soledad puede activar nuestra función de lucha o huida, causando inflamación crónica y reduciendo la capacidad del cuerpo para defenderse de los virus (Shutterstock).
El aislamiento social, y más particularmente en los grupos de riesgo por edad tiene graves consecuencias en relación con la salud psíquica. En personas mayores, tiende a generar no solamente depresión, sino además una retracción libidinal psíquica, es decir un distanciamiento o desconexión de los objetos y las personas que puede elevar el nivel de daño de las enfermedades neurológicas o acelerarlas.
La rigidez de este tipo de medidas tiene un enorme riesgo para los adultos, los niños y los ancianos.
Espero te sirva :)
Explicación:
dame coronita;)