En el corazón del discurso de Gaitán estaban: un cambio gradual y pacífico, un equilibrio entre clases, reforma agraria, nacionalismo moderado y un cambio entre el marxismo y el fascismo. Rechazó la idea de que su país fuera liderado por la oligarquía y luchó por los trabajadores, campesinos y las demás minorías que no tenían voz en la construcción del país.
Su talento de oratoria, reflejado en sus discursos, le aportó una popularidad sin precedentes. En uno de sus famosos discursos, el líder político habló sobre la división de Colombia en dos países: el país político y el país nacional. Este concepto se convirtió en un símbolo famoso del movimiento Gaitano.
A través de su participación activa en la organización de una serie de manifestaciones populares, Gaitán logró dar poder a los movimientos sociales.
Su temprano activismo político comenzó a cobrar vida en 1918 cuando apoyó al poeta Guillermo Valencia en las elecciones presidenciales. Un año después fue una de las principales figuras de las protestas contra el entonces presidente Marco Fidel Suárez.
En 1924, el activista político fue elegido diputado por el estado de Cundinamarca y en 1929 fue electo a la Cámara de Representantes. Ese mismo año, Gaitán volvió a ser la voz de la protesta, esta vez contra lo que él y muchos consideraban la hegemonía de los políticos conservadores y la administración corrupta de la capital.
La popularidad de Gaitán aumentó considerablemente cuando se involucró en el escándalo de la United Fruit Company, también conocido como la masacre del plátano. En 1928, los trabajadores colombianos de la empresa estadounidense declararon una huelga exigiendo derechos laborales básicos en el pueblo de Ciénaga cerca de la ciudad norteña de Santa Marta. La huelga, que duró un mes, fue reprimida violentamente por las fuerzas gubernamentales, lo que provocó la muerte de un número no confirmado de trabajadores, que se estima entre 47 y 2.000.
Luego de una visita con fines investigativos al lugar de la masacre, Gaitán llevó el escandaloso problema al Congreso y denunció al gobierno por los crímenes cometidos. Logró crear conciencia entre los colombianos, liberar a algunos de los huelguistas encarcelados y obligar al gobierno a pagar una indemnización a las familias de las víctimas.
La ideología de Gaitán:
En el corazón del discurso de Gaitán estaban: un cambio gradual y pacífico, un equilibrio entre clases, reforma agraria, nacionalismo moderado y un cambio entre el marxismo y el fascismo. Rechazó la idea de que su país fuera liderado por la oligarquía y luchó por los trabajadores, campesinos y las demás minorías que no tenían voz en la construcción del país.
Su talento de oratoria, reflejado en sus discursos, le aportó una popularidad sin precedentes. En uno de sus famosos discursos, el líder político habló sobre la división de Colombia en dos países: el país político y el país nacional. Este concepto se convirtió en un símbolo famoso del movimiento Gaitano.
A través de su participación activa en la organización de una serie de manifestaciones populares, Gaitán logró dar poder a los movimientos sociales.
Su temprano activismo político comenzó a cobrar vida en 1918 cuando apoyó al poeta Guillermo Valencia en las elecciones presidenciales. Un año después fue una de las principales figuras de las protestas contra el entonces presidente Marco Fidel Suárez.
En 1924, el activista político fue elegido diputado por el estado de Cundinamarca y en 1929 fue electo a la Cámara de Representantes. Ese mismo año, Gaitán volvió a ser la voz de la protesta, esta vez contra lo que él y muchos consideraban la hegemonía de los políticos conservadores y la administración corrupta de la capital.
La popularidad de Gaitán aumentó considerablemente cuando se involucró en el escándalo de la United Fruit Company, también conocido como la masacre del plátano. En 1928, los trabajadores colombianos de la empresa estadounidense declararon una huelga exigiendo derechos laborales básicos en el pueblo de Ciénaga cerca de la ciudad norteña de Santa Marta. La huelga, que duró un mes, fue reprimida violentamente por las fuerzas gubernamentales, lo que provocó la muerte de un número no confirmado de trabajadores, que se estima entre 47 y 2.000.
Luego de una visita con fines investigativos al lugar de la masacre, Gaitán llevó el escandaloso problema al Congreso y denunció al gobierno por los crímenes cometidos. Logró crear conciencia entre los colombianos, liberar a algunos de los huelguistas encarcelados y obligar al gobierno a pagar una indemnización a las familias de las víctimas.