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Un día, su madre le pidió que llevara unos pasteles a su abuela que estaba enferma.Caperucita le hizo caso a su madre y le llevo los pasteles a su abuela. Para llegar a la casa de su abuela, caperucita tenía que cruzar por un bosque donde encontró un lobo que caminaba solo. El lobo se acercó a caperucita y le preguntó que donde iba y ella le contestó.El lobo le hizo un interrogatorio :¿Vive muy lejos tu abuelita?,-Si pasando el bosque arriba de la cima
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El lobo le dijo que fuera por otro camino que era mas corto y llegaba antes. Caperucita le hizo caso y fue por donde le dijo.El se fue por otro camino que llegaba antes a la casaEl lobo llegó primero y tocó la puerta de la casa de la abuelita.
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Como estaba enferma preguntó desde la cama, quién era. El lobo finjió ser caperucita y logró entrar.Cuando estuvo dentro, se lanzó sobre la pobre abuela y se la comió.Cuando terminó, se metió en la cama, disfrazado de abuela y esperó a que llegara Caperucita. Cuando Caperucita llegó, el lobo dio las mismas indicaciones a la niña, que la abuela le había dado antes a él, para que
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entrara. Al entrar la pequeña, el lobo dijo: Deja los pasteles sobre la mesa y ven a acostarte conmigo. Caperucita Roja obedeció y se fue a acostar con la abuela, pero al verla notó algo extraño: Abuela, ¡qué brazos tan grandes tienes!
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– Es para abrazarte mejor, hija. -Abuela, ¡qué orejas tan grandes tienes! – Es para oírte mejor, hija . – Abuela, ¡qué ojos tan grandes tienes! – Es para verte mejor, hija. – Abuela, ¡qué dientes tan grandes tienes! – ¡Para comerte mejor!
El lobo se lanzó sobre caperucita y se la comió de un bocado
Respuesta:
que es parodia ?
Explicación:
explica
preguntó desde la cama, quién era. El lobo finjió ser caperucita y logró entrar.Cuando estuvo dentro, se lanzó sobre la pobre abuela y se la comió.Cuando terminó, se metió en la cama, disfrazado de abuela y esperó a que llegara Caperucita. Cuando Caperucita llegó, el lobo dio las mismas indicaciones a la niña, que la abuela le había dado antes a él, para que
Deja los pasteles sobre la mesa y ven a acostarte conmigo.
Caperucita Roja obedeció y se fue a acostar con la abuela, pero al verla notó algo extraño:
Abuela, ¡qué brazos tan grandes tienes!
-Abuela, ¡qué orejas tan grandes tienes!
– Es para oírte mejor, hija .
– Abuela, ¡qué ojos tan grandes tienes!
– Es para verte mejor, hija.
– Abuela, ¡qué dientes tan grandes tienes!
– ¡Para comerte mejor!
El lobo se lanzó sobre caperucita y se la comió de un bocado