Prácticamente todos hemos necesitado de la administración de algún antibiótico para recuperarnos de cierta infección. Estas sustancias han sido vanagloriadas desde el inicio de su descubrimiento, con ellas nuestra esperanza de vida se ha incrementado de manera significativa y difícilmente nos podríamos imaginar el curso de la humanidad sin su presencia. Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas y, en muchos casos, los que en un principio eran nuestros aliados, actualmente están dejando de ser útiles contra muchas especies bacterianas. Esta situación se ha generado por ciertos mecanismos de resistencia en las bacterias, básicamente debido a la mutación de algunos de sus genes y su transferencia entre ellas. Si la tendencia continúa y no hacemos algo, nos quedaremos sin armas para defendernos de los microorganismos que nos afectan, ¡regresando a las condiciones en las que nos encontrábamos hace casi 70 años!, con una esperanza de vida menor y elevadas probabilidades de padecer epidemias que en estos días aún podemos controlar. En este artículo se presentan una descripción de la situación, los mecanismos que causan la resistencia, así como algunas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), todo ello con la finalidad de hacer conciencia sobre el uso de antibióticos con un fundamento claro.
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Prácticamente todos hemos necesitado de la administración de algún antibiótico para recuperarnos de cierta infección. Estas sustancias han sido vanagloriadas desde el inicio de su descubrimiento, con ellas nuestra esperanza de vida se ha incrementado de manera significativa y difícilmente nos podríamos imaginar el curso de la humanidad sin su presencia. Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas y, en muchos casos, los que en un principio eran nuestros aliados, actualmente están dejando de ser útiles contra muchas especies bacterianas. Esta situación se ha generado por ciertos mecanismos de resistencia en las bacterias, básicamente debido a la mutación de algunos de sus genes y su transferencia entre ellas. Si la tendencia continúa y no hacemos algo, nos quedaremos sin armas para defendernos de los microorganismos que nos afectan, ¡regresando a las condiciones en las que nos encontrábamos hace casi 70 años!, con una esperanza de vida menor y elevadas probabilidades de padecer epidemias que en estos días aún podemos controlar. En este artículo se presentan una descripción de la situación, los mecanismos que causan la resistencia, así como algunas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), todo ello con la finalidad de hacer conciencia sobre el uso de antibióticos con un fundamento claro.