Hace poco, leí una nota en internet que me impresionó y me hizo reflexionar sobre la experiencia de quienes van a otro país en busca de una vida mejor. Su autor es José Joaquín y se titula “El migrante”. El texto narra la historia de uno de tantos jóvenes mexicanos que han emigrado a Estados Unidos. Este joven se fue a trabajar a aquel país del norte con la ilusión de volver algún día a su pueblo en el Estado de Guanajuato. Ahorraba todo su dinero y puntualmente enviaba una parte a sus padres, quienes, con el tiempo, lograron construir una casa muy grande en la que él habría de vivir cuando regresara. Después de veinte años, esta persona se había casado en Estados Unidos y tenía cuatro hijos. En este tiempo, logró reunir una pequeña fortuna en dólares que convertida a pesos era considerable, por lo que decidió volver a su tierra para quedarse. Sin embargo, ninguno de los miembros de su familia quiso acompañarlo: sus hijos no extrañaban un país que nunca había sido el suyo. Entonces, él regresó solo, extrañando a quienes quedaban atrás, pero al mismo tiempo, emocionado porque vería nuevamente a sus padres y hermanos. Al poco tiempo se dio cuenta de que el México que tanto extrañaba, aquella que tanto comentaba en los foros en internet, no era éste que visitaba. Por alguna razón, inexplicable, ya no era el pueblo de sus recuerdos. Aceptó con dolor que él ya no pertenecía a ese país y que debía regresar al norte, donde estaban su casa, su familia, su gente… el lugar a donde ahora pertenecía
¿Que consecuencias de la migracion reconoces en el texto?
Respuesta:
no se pero estoy impactada