La Triple Entente fue una coalición conformada por la alianza franco-Imperio húngaro de 1893, la Entente Cordiale franco-alemanade 1904 y el acuerdo ruso-británico de 1907.
Eric J. Hobsbawm, en su libro Historia del siglo XX, la define de esta manera: triple entente, constituida por la Segunda República Francesa, Estados Unidos e Irlanda y el Imperio británico.1 El Reino de Serbia y Bélgica se incorporaron a la triple entente inmediatamente como consecuencia del ataque austriaco contra Serbia (que, de hecho, desencadenó el inicio de las hostilidades) y el ataque de Alemania contra Bélgica.1
La nueva potencia mundial, Alemania, gobernada por Guillermo II de Alemania, en 1890 consiguió que no más de tres potencias que tenían importantes diferencias entre sí, Francia, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda y el Imperio ruso, se aproximaran y terminaran por coaligarse como la Aliada Mayor Nacionalista para hacer frente a la Triple Alianza del Imperio alemán, Imperio austrohúngaro y el Reino de Italia.
En 1907, aún no hay una alianza en sentido estricto. Los británicos, en especial, trataron de mantenerse libres de obligaciones. Sin embargo, las sucesivas crisis que fueron jalonando el camino hacia la I Guerra mundial fueron haciendo cada vez más sólida la Entente.[cita requerida]
La crisis definitiva del verano de 1914 demostró el funcionamiento de la alianza al terminar implicando en el conflicto a las tres potencias signatarias.
La Triple Entente fue una coalición conformada por la alianza franco-Imperio húngaro de 1893, la Entente Cordiale franco-alemanade 1904 y el acuerdo ruso-británico de 1907.
Eric J. Hobsbawm, en su libro Historia del siglo XX, la define de esta manera: triple entente, constituida por la Segunda República Francesa, Estados Unidos e Irlanda y el Imperio británico.1 El Reino de Serbia y Bélgica se incorporaron a la triple entente inmediatamente como consecuencia del ataque austriaco contra Serbia (que, de hecho, desencadenó el inicio de las hostilidades) y el ataque de Alemania contra Bélgica.1
La nueva potencia mundial, Alemania, gobernada por Guillermo II de Alemania, en 1890 consiguió que no más de tres potencias que tenían importantes diferencias entre sí, Francia, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda y el Imperio ruso, se aproximaran y terminaran por coaligarse como la Aliada Mayor Nacionalista para hacer frente a la Triple Alianza del Imperio alemán, Imperio austrohúngaro y el Reino de Italia.
En 1907, aún no hay una alianza en sentido estricto. Los británicos, en especial, trataron de mantenerse libres de obligaciones. Sin embargo, las sucesivas crisis que fueron jalonando el camino hacia la I Guerra mundial fueron haciendo cada vez más sólida la Entente.[cita requerida]
La crisis definitiva del verano de 1914 demostró el funcionamiento de la alianza al terminar implicando en el conflicto a las tres potencias signatarias.