El virreinato de Nueva España fue una entidad territorial integrante del Imperio español, establecida en gran parte de América del Norte por la Corona durante su dominio en el Nuevo Mundo, entre los siglos XVI y XIX. Se originó tras la caída de México-Tenochtitlán, evento principal de la conquista, la que propiamente no concluyó sino hasta mucho después, pues su territorio siguió creciendo hacia el norte.
Se creó oficialmente el 8 de marzo de 1535. Su primer virrey fue Antonio de Mendoza y Pacheco, y la capital del virreinato fue la Ciudad de México, establecida sobre la antigua Tenochtitlan.
Abarcó una superficie enorme que comprendió los territorios de España en América del Norte, América Central, Asia y Oceanía.
El virreinato de Nueva España fue una entidad territorial integrante del Imperio español, establecida en gran parte de América del Norte por la Corona durante su dominio en el Nuevo Mundo, entre los siglos XVI y XIX. Se originó tras la caída de México-Tenochtitlán, evento principal de la conquista, la que propiamente no concluyó sino hasta mucho después, pues su territorio siguió creciendo hacia el norte.
Se creó oficialmente el 8 de marzo de 1535. Su primer virrey fue Antonio de Mendoza y Pacheco, y la capital del virreinato fue la Ciudad de México, establecida sobre la antigua Tenochtitlan.
Abarcó una superficie enorme que comprendió los territorios de España en América del Norte, América Central, Asia y Oceanía.