Con esto se refiere a que toda dieta debe contener todos los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del cuerpo humano. Es decir, la alimentación debe incluir tanto micronutrientes como macronutientes (proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales). Además, debe contar con la cantidad suficiente de fibra y de agua.
2. La alimentación debe ser equilibrada
Para que la alimentación sea equilibrada, se deben incluir las cantidades adecuadas de los grupos de alimentos (lácteos, frutas, verduras, cereales, legumbres, carnes, aves y pescados), y se debe combinar de forma que promuevan la salud y el crecimiento.
Al momento de servir un plato, se debería llenar con 50 % de verduras, 25 % de proteína (carne, aves o pescados) y 25 % de carbohidratos. De esta forma, se estaría logrando un equilibrio en la alimentación.
3. La dieta de ser variada
La alimentación saludable debe contener diferentes alimentos de cada grupo para obtener distintos nutrientes, colores, texturas y sabores.
Se deben incluir los alimentos de la temporada y ajustar los platillos a los recursos económicos de cada individuo y familia.
4. La comida debe ser suficiente
Este punto implica que la alimentación debe cumplir con las necesidades calóricas de cada persona, lo cual puede variar de acuerdo con su edad, género, estatura y actividad física.
No es lo mismo la energía y los nutrientes que los niños necesitan para el crecimiento, que lo que requiere una madre durante la lactancia para proveer de leche a su bebé recién nacido. Por ello, la alimentación debe ser suficiente para cada miembro de la familia.
5. Los alimentos deben ser adecuados
La alimentación tiene que adecuarse a las necesidades de cada persona y miembros de la familia. Se deben tomar en cuenta los gustos, preferencias, recursos económicos y hábitos alimenticios de cada individuo.
6. La alimentación debe ser inocua
Este es un punto muy importante porque significa que la alimentación no debe implicar riesgos para la salud. Es decir, la comida tiene que estar libre de contaminantes o sustancias tóxicas que pudieran dañar la salud de quien la consume.
1. Toda alimentación debe ser completa
Con esto se refiere a que toda dieta debe contener todos los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del cuerpo humano. Es decir, la alimentación debe incluir tanto micronutrientes como macronutientes (proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales). Además, debe contar con la cantidad suficiente de fibra y de agua.
2. La alimentación debe ser equilibrada
Para que la alimentación sea equilibrada, se deben incluir las cantidades adecuadas de los grupos de alimentos (lácteos, frutas, verduras, cereales, legumbres, carnes, aves y pescados), y se debe combinar de forma que promuevan la salud y el crecimiento.
Al momento de servir un plato, se debería llenar con 50 % de verduras, 25 % de proteína (carne, aves o pescados) y 25 % de carbohidratos. De esta forma, se estaría logrando un equilibrio en la alimentación.
3. La dieta de ser variada
La alimentación saludable debe contener diferentes alimentos de cada grupo para obtener distintos nutrientes, colores, texturas y sabores.
Se deben incluir los alimentos de la temporada y ajustar los platillos a los recursos económicos de cada individuo y familia.
4. La comida debe ser suficiente
Este punto implica que la alimentación debe cumplir con las necesidades calóricas de cada persona, lo cual puede variar de acuerdo con su edad, género, estatura y actividad física.
No es lo mismo la energía y los nutrientes que los niños necesitan para el crecimiento, que lo que requiere una madre durante la lactancia para proveer de leche a su bebé recién nacido. Por ello, la alimentación debe ser suficiente para cada miembro de la familia.
5. Los alimentos deben ser adecuados
La alimentación tiene que adecuarse a las necesidades de cada persona y miembros de la familia. Se deben tomar en cuenta los gustos, preferencias, recursos económicos y hábitos alimenticios de cada individuo.
6. La alimentación debe ser inocua
Este es un punto muy importante porque significa que la alimentación no debe implicar riesgos para la salud. Es decir, la comida tiene que estar libre de contaminantes o sustancias tóxicas que pudieran dañar la salud de quien la consume.