Las teorías migratorias desmienten la creencia de que cada persona, al trasladarse de un país a otro a los fines de trabajar y fijar residencia, ejerce un acto de libérrima voluntad y, como tal, exento de influencias externas. Constituyen, por tanto, un modo extraordinario de entender el mundo de hoy, regido por las grandes empresas multinacionales y los centros financieros.
En los últimos 30 años las migraciones han emergido con mayor fuerza en todo el mundo. En las sociedades receptoras tradicionales como Australia, Canadá y Estados Unidos, el volumen de inmigración ha crecido y su composición se ha desviado desde la fuente dominante históricamente —Europa— hacia Asia, África y América Latina. En Europa, mientras tanto, países que durante siglos habían enviado emigrantes se transformaron, de repente, en sociedades receptoras de inmigrantes. Después de 1945, prácticamente todos los países del oeste europeo empezaron a atraer un significativo número de trabajadores extranjeros. Aunque la emigración en un primer momento era absorbida de los Estados europeos meridionales, a finales de los sesenta su proveniencia mayoritaria fueron los países en vías de desarrollo de África, Asia, el Caribe y Oriente Medio.
les han persistido a lo largo del espacio y del tiempo. Antes que favorecer a priori una teoría sobre cualquier otra, buscamos entender cada modelo en sus propios términos para iluminar asuntos e hipótesis clave. Sólo después de haber considerado separadamente cada teoría compararemos y contrastaremos los diferentes marcos conceptuales para revelar las áreas de inconsistencias lógicas y desacuerdos sustantivos. Asumiendo este ejercicio, pretendemos facilitar las bases para evaluar los modelos empíricamente, y suministrar unos cimientos desde los que construir una teoría comprensible y certera de migración internacional para el siglo veinte.
1. Los comienzos de la migración internacional.
Se ha propuesto una amplia variedad de modelos teóricos para explicar el por qué de los inicios de la migración internacional, y a pesar de que cada uno de ellos trata de explicar en última instancia la misma cosa, emplean posturas, conceptos y marcos de referencia radicalmente diferentes. Un «enfoque económico neoclásico» sobre las diferencias de salario y las condiciones de trabajo entre Estados, así como sobre costes de migración, concibe generalmente estos movimientos como decisiones individuales que tratan de maximizar los ingresos personales. El enfoque de la «nueva teoría económica de migración», en contraste, considera las condiciones de una diversidad de mercados, y no sólo aquellas del mercado de trabajo. Este último entiende la migración como una decisión de tipo familiar tomada para minimizar los riesgos sobre los ingresos familiares o para reducir las restricciones de capital en la actividad productiva familiar. La «teoría del mercado laboral dual» o la «teoría de los sistemas mundiales» generalmente ignoran los procesos de decisión en el nivel microeconómico, centrándose en las fuerzas operativas en niveles mucho mayores de agregación. El primero liga la inmigración a las necesidades estructurales de las economías industrializadas modernas, mientras que el segundo observa la inmigración como una consecuencia natural de la globalización económica y de la expansión del mercado más allá de los límites nacionales.
Asumir el hecho de que tales teorías conceptualizan los procesos causales en tan diversos niveles de análisis —el individual, el familiar, el nacional y el internacional— no significa asumir, a priori, que sean inherentemente incompatibles. Es bastante posible, por ejemplo, que mientras determinados actos individuales maximizan los ingresos, las familias traten de minimizar riesgos, y que el contexto en el que se toman ambas decisiones esté conformado por fuerzas estructurales que operen en el nivel nacional e internacional. No obstante, los distintos modelos reflejan diferentes enfoques, objetivos e intereses investigadores, así como distintas formas de descomponer un sujeto enormemente complejo en partes analíticamente manejables; y unas bases firmes para el juicio de su consistencia requieren que la lógica interna, proposiciones, razonamientos e hipótesis de cada teoría sean claramente especificadas y bien entendidas.
1. La migración internacional de trabajadores es causada por diferencias salariales entre países.
2. La eliminación de tales diferencias salariales terminará con el movimiento de trabajadores, la migración no acontecerá ante la ausencia de tales diferencias.
3. Los flujos internacionales de capital humano —es decir, de trabajadores altamente cualificados— responden a las diferencias entre índices de beneficios de capital humano, que puede ser diferente del conjunto del índice salarial, provocando distintos patrones de migración opuestos a aquellos de los trabajadores no cualificados
4. Los mercados de trabajo son mecanismos primarios por los que los flujos internacionales de mano de obra se inducen; otro tipo de mercados no tienen efectos importantes sobre la migración internacional.
5. La forma en que los gobiernos pueden controlar los flujos migratorios es a través de la regulación o influencia en los mercados de trabajo en los países emisores o receptores.
Respuesta:
Las teorías migratorias desmienten la creencia de que cada persona, al trasladarse de un país a otro a los fines de trabajar y fijar residencia, ejerce un acto de libérrima voluntad y, como tal, exento de influencias externas. Constituyen, por tanto, un modo extraordinario de entender el mundo de hoy, regido por las grandes empresas multinacionales y los centros financieros.
Respuesta:
Perame 2 minutos XD
Explicación:
En los últimos 30 años las migraciones han emergido con mayor fuerza en todo el mundo. En las sociedades receptoras tradicionales como Australia, Canadá y Estados Unidos, el volumen de inmigración ha crecido y su composición se ha desviado desde la fuente dominante históricamente —Europa— hacia Asia, África y América Latina. En Europa, mientras tanto, países que durante siglos habían enviado emigrantes se transformaron, de repente, en sociedades receptoras de inmigrantes. Después de 1945, prácticamente todos los países del oeste europeo empezaron a atraer un significativo número de trabajadores extranjeros. Aunque la emigración en un primer momento era absorbida de los Estados europeos meridionales, a finales de los sesenta su proveniencia mayoritaria fueron los países en vías de desarrollo de África, Asia, el Caribe y Oriente Medio.
les han persistido a lo largo del espacio y del tiempo. Antes que favorecer a priori una teoría sobre cualquier otra, buscamos entender cada modelo en sus propios términos para iluminar asuntos e hipótesis clave. Sólo después de haber considerado separadamente cada teoría compararemos y contrastaremos los diferentes marcos conceptuales para revelar las áreas de inconsistencias lógicas y desacuerdos sustantivos. Asumiendo este ejercicio, pretendemos facilitar las bases para evaluar los modelos empíricamente, y suministrar unos cimientos desde los que construir una teoría comprensible y certera de migración internacional para el siglo veinte.
1. Los comienzos de la migración internacional.
Se ha propuesto una amplia variedad de modelos teóricos para explicar el por qué de los inicios de la migración internacional, y a pesar de que cada uno de ellos trata de explicar en última instancia la misma cosa, emplean posturas, conceptos y marcos de referencia radicalmente diferentes. Un «enfoque económico neoclásico» sobre las diferencias de salario y las condiciones de trabajo entre Estados, así como sobre costes de migración, concibe generalmente estos movimientos como decisiones individuales que tratan de maximizar los ingresos personales. El enfoque de la «nueva teoría económica de migración», en contraste, considera las condiciones de una diversidad de mercados, y no sólo aquellas del mercado de trabajo. Este último entiende la migración como una decisión de tipo familiar tomada para minimizar los riesgos sobre los ingresos familiares o para reducir las restricciones de capital en la actividad productiva familiar. La «teoría del mercado laboral dual» o la «teoría de los sistemas mundiales» generalmente ignoran los procesos de decisión en el nivel microeconómico, centrándose en las fuerzas operativas en niveles mucho mayores de agregación. El primero liga la inmigración a las necesidades estructurales de las economías industrializadas modernas, mientras que el segundo observa la inmigración como una consecuencia natural de la globalización económica y de la expansión del mercado más allá de los límites nacionales.
Asumir el hecho de que tales teorías conceptualizan los procesos causales en tan diversos niveles de análisis —el individual, el familiar, el nacional y el internacional— no significa asumir, a priori, que sean inherentemente incompatibles. Es bastante posible, por ejemplo, que mientras determinados actos individuales maximizan los ingresos, las familias traten de minimizar riesgos, y que el contexto en el que se toman ambas decisiones esté conformado por fuerzas estructurales que operen en el nivel nacional e internacional. No obstante, los distintos modelos reflejan diferentes enfoques, objetivos e intereses investigadores, así como distintas formas de descomponer un sujeto enormemente complejo en partes analíticamente manejables; y unas bases firmes para el juicio de su consistencia requieren que la lógica interna, proposiciones, razonamientos e hipótesis de cada teoría sean claramente especificadas y bien entendidas.
1. La migración internacional de trabajadores es causada por diferencias salariales entre países.
2. La eliminación de tales diferencias salariales terminará con el movimiento de trabajadores, la migración no acontecerá ante la ausencia de tales diferencias.
3. Los flujos internacionales de capital humano —es decir, de trabajadores altamente cualificados— responden a las diferencias entre índices de beneficios de capital humano, que puede ser diferente del conjunto del índice salarial, provocando distintos patrones de migración opuestos a aquellos de los trabajadores no cualificados
4. Los mercados de trabajo son mecanismos primarios por los que los flujos internacionales de mano de obra se inducen; otro tipo de mercados no tienen efectos importantes sobre la migración internacional.
5. La forma en que los gobiernos pueden controlar los flujos migratorios es a través de la regulación o influencia en los mercados de trabajo en los países emisores o receptores.
De nada<3 Deme coronita pliss <3