La concepción antropocéntrica, originada y profundamente desarrollada durante la Edad Moderna, básicamente se ancla en la noción de que el hombre puede explicar todos los acontecimientos y el origen mismo de la existencia. Tanto el Iluminismo (siglos XVII y XVIII) como el Positivismo (siglo XIX) fueron corrientes filosóficas y científicas que apostaron a la fuerza del conocimiento humano para aprehender y explicar todo, pudiendo así controlar el desenvolvimiento de la naturaleza.
La concepción antropocéntrica, originada y profundamente desarrollada durante la Edad Moderna, básicamente se ancla en la noción de que el hombre puede explicar todos los acontecimientos y el origen mismo de la existencia. Tanto el Iluminismo (siglos XVII y XVIII) como el Positivismo (siglo XIX) fueron corrientes filosóficas y científicas que apostaron a la fuerza del conocimiento humano para aprehender y explicar todo, pudiendo así controlar el desenvolvimiento de la naturaleza.