La conquista de Centroamérica se produjo desde dos puntos principales: México, con el envío de Hernán Cortés de distintas expediciones conquistadoras a partir de 1523, y Panamá por iniciativa del gobernador Pedrarias que fue el primero en enviar varias expediciones de exploración desde 1516 aunque de conquista no llegaron hasta 1524.
La conquista de los territorios centroamericanos fue mucho más dura que las conquistas previas de las islas antillanas y la de México ya que en ambas zonas el poder estaba muy estructurado o eran tribus muy débiles, sin embargo en el istmo centroamericano no había un poder que una vez vencido entregase al resto de poderes, como sucedió en México, sino que existían muchas y muy variadas tribus muy difíciles de sojuzgar y controlar desparramadas por densas selvas y altas montañas. A todo esto se añadió el descontrol y el roce entre distintas expediciones y facciones españolas, originándose cruentos y dolorosos enfrentamientos por litigios territoriales.
La conquista de Centroamérica se produjo desde dos puntos principales: México, con el envío de Hernán Cortés de distintas expediciones conquistadoras a partir de 1523, y Panamá por iniciativa del gobernador Pedrarias que fue el primero en enviar varias expediciones de exploración desde 1516 aunque de conquista no llegaron hasta 1524.
La conquista de los territorios centroamericanos fue mucho más dura que las conquistas previas de las islas antillanas y la de México ya que en ambas zonas el poder estaba muy estructurado o eran tribus muy débiles, sin embargo en el istmo centroamericano no había un poder que una vez vencido entregase al resto de poderes, como sucedió en México, sino que existían muchas y muy variadas tribus muy difíciles de sojuzgar y controlar desparramadas por densas selvas y altas montañas. A todo esto se añadió el descontrol y el roce entre distintas expediciones y facciones españolas, originándose cruentos y dolorosos enfrentamientos por litigios territoriales.