La historia de todas las sociedades humanas habidas hasta hoy ha sido la historia de la lucha de clases. Hombre libre y esclavo, patricio y plebeyo, barón y siervo de la gleba, maestro y oficial del gremio, en una palabra, opresores y oprimidos se enfrentaron en perpetuo antagonismo, librando una lucha incesante, a veces encubierta y a veces franca, lucha que se saldó en cada caso con una transformación revolucionaria de toda la sociedad o bien con el hundimiento conjunto de las clases enfrentadas.
En épocas anteriores de la historia hallamos en casi todas partes una completa articulación orgánica de la sociedad en diversos estamentos, una variada gradación jerárquica de las posiciones sociales. En la antigua Roma hallamos a los patricios, los caballeros, los plebeyos y los esclavos. En la Edad Media a los señores feudales, a los vasallos, a los maestros y oficiales gremiales y a los siervos de la gleba, aparte de que casi todas estas clases tienen su propia jerarquía interna.
Respuesta:
La historia de todas las sociedades humanas habidas hasta hoy ha sido la historia de la lucha de clases. Hombre libre y esclavo, patricio y plebeyo, barón y siervo de la gleba, maestro y oficial del gremio, en una palabra, opresores y oprimidos se enfrentaron en perpetuo antagonismo, librando una lucha incesante, a veces encubierta y a veces franca, lucha que se saldó en cada caso con una transformación revolucionaria de toda la sociedad o bien con el hundimiento conjunto de las clases enfrentadas.
En épocas anteriores de la historia hallamos en casi todas partes una completa articulación orgánica de la sociedad en diversos estamentos, una variada gradación jerárquica de las posiciones sociales. En la antigua Roma hallamos a los patricios, los caballeros, los plebeyos y los esclavos. En la Edad Media a los señores feudales, a los vasallos, a los maestros y oficiales gremiales y a los siervos de la gleba, aparte de que casi todas estas clases tienen su propia jerarquía interna.