Días después del examen, el profesor de matemáticas, Felipe Romero, les anuncia que no lo han superado. Una tarde, Adela, Luc y Nico, no muy seguros de que aprueben en una segunda oportunidad, se dejan convencer por las animosas palabras de su querido profesor. Este les comenta que las matemáticas son fáciles, que lo único que deben hacer es leer bien el enunciado y poner atención a los datos que les indican. Les explica que las matemáticas son como un juego y que no deben acobardarse en los exámenes.
Si lo consiguen, habrán aprobado las matemáticas en junio. El viernes por la tarde, a finales de curso, Felipe Romero aparece en el descampado donde se encuentran los niños reflexionando sobre su futuro. El profesor parece herido y muere ante la asustada mirada de los niños. Cuando los niños vuelven al lugar del crimen con la compañía de dos guardias urbanos, descubren que el cadáver de su profesor ha desaparecido.
Los policías, al sentirse estafados, intentan atrapar a los niños para darles un castigo merecido por alterar el orden público. Asustados por el triste final de su querido profesor, los niños deciden seguir las indicaciones de este para desenmascarar a su asesino y abrir el sobre. La primera prueba la superan sin problemas y deducen que el segundo sobre lo encontrarán en el tablón de anuncios del colegio. La solución al segundo sobre les lleva a la taquilla del colegio de Adela.
Los siguientes sobres los encuentran en la casa del profesor, en su coche, en el árbol número 15 del parque, en casa del celador del colegio y, el último, en una estatua del parque. Sorprendentemente, el último sobre les dirige al despacho del director del colegio, es decir, el asesino de su querido profesor. No dan crédito a sus pensamientos hasta que, por la puerta, entra Felipe Romero, vivito y coleando. El profesor de matemáticas, que confiaba en sus alumnos, había propuesto al director este juego como examen.
Las falsas heridas del profesor producidas por un supuesto asesino se las había confeccionado la novia de Felipe Romero, que trabajaba en efectos especiales en el cine. El asesinato del profesor de matemáticas, una lectura que trata de manera divertida y amena el odio que siempre han demostrado tener los jóvenes hacia esta asignatura y halla una fantástica solución al hastío que les produce a los estudiantes. Es una de las mayores autoridades mundiales en música rock, fundador y director en España de diversas revistas musicales.
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Días después del examen, el profesor de matemáticas, Felipe Romero, les anuncia que no lo han superado. Una tarde, Adela, Luc y Nico, no muy seguros de que aprueben en una segunda oportunidad, se dejan convencer por las animosas palabras de su querido profesor. Este les comenta que las matemáticas son fáciles, que lo único que deben hacer es leer bien el enunciado y poner atención a los datos que les indican. Les explica que las matemáticas son como un juego y que no deben acobardarse en los exámenes.
Si lo consiguen, habrán aprobado las matemáticas en junio. El viernes por la tarde, a finales de curso, Felipe Romero aparece en el descampado donde se encuentran los niños reflexionando sobre su futuro. El profesor parece herido y muere ante la asustada mirada de los niños. Cuando los niños vuelven al lugar del crimen con la compañía de dos guardias urbanos, descubren que el cadáver de su profesor ha desaparecido.
Los policías, al sentirse estafados, intentan atrapar a los niños para darles un castigo merecido por alterar el orden público. Asustados por el triste final de su querido profesor, los niños deciden seguir las indicaciones de este para desenmascarar a su asesino y abrir el sobre. La primera prueba la superan sin problemas y deducen que el segundo sobre lo encontrarán en el tablón de anuncios del colegio. La solución al segundo sobre les lleva a la taquilla del colegio de Adela.
Los siguientes sobres los encuentran en la casa del profesor, en su coche, en el árbol número 15 del parque, en casa del celador del colegio y, el último, en una estatua del parque. Sorprendentemente, el último sobre les dirige al despacho del director del colegio, es decir, el asesino de su querido profesor. No dan crédito a sus pensamientos hasta que, por la puerta, entra Felipe Romero, vivito y coleando. El profesor de matemáticas, que confiaba en sus alumnos, había propuesto al director este juego como examen.
Las falsas heridas del profesor producidas por un supuesto asesino se las había confeccionado la novia de Felipe Romero, que trabajaba en efectos especiales en el cine. El asesinato del profesor de matemáticas, una lectura que trata de manera divertida y amena el odio que siempre han demostrado tener los jóvenes hacia esta asignatura y halla una fantástica solución al hastío que les produce a los estudiantes. Es una de las mayores autoridades mundiales en música rock, fundador y director en España de diversas revistas musicales.