Necesito un escrito, un resumen o un ensayo sobre la expedicion botanica, dejo el archivo de donde se tiene que sacar la informacion para hacer el escrito AYUDAAAA http://www.kansy.co/app/su/_tmp/Expedicion_botanica.pdf CON NORMAS APA O ICONTEC
Para iniciar la Expedición Botánica no se trajeron pintores ni dibujantes de la Península. Después de varios años de trabajo, el Sabio Mutis logró el apoyo del Rey para sufragar los gastos de los que él llamó sus Ayudantes: herbolarios y pintores, más la creación de una Escuela de Dibujo y Pintura, adjunta a la "Botánica", para enseñar a niños y a jóvenes, y en donde se prepararían los futuros colaboradores de la Flora. El prestigio de la Expedición Botánica fue muy grande desde sus comienzos. El sabio alemán Alejandro de Humboldt, entre muchos otros, estaba al tanto de estos trabajos. Una vez concluido su recorrido por el Orinoco y vuelto a Cartagena, el 30 de marzo de 1801, orientó su viaje hacia el interior de la Nueva Granada, atraído por la merecida fama de que ya gozaba la empresa mutisiana. El barón de Humboldt venía a la Nueva Granada en compañía de Amadé Bonpland, con el propósito de trazar el mapa de la región norte del Amazonas y comparar sus colecciones con las del botánico José Celestino Mutis. Lo que no esperaba encontrar era un equipo tan organizado de herbolarios y pintores trabajando en tan magna empresa. Con la generosidad propia de su espíritu, elogió ampliamente la obra de Mutis y enfatizó su admiración por los trabajos pictóricos. Así lo manifestó también más tarde en la correspondencia que sostuvo con Don José Celestino Mutis. Tal como lo anotó Humboldt, la Expedición llegó a contar con un completo equipo de pintores, quienes trabajando afanosamente lograron llevar a cabo una empresa incomparable tanto por el número como por la calidad de los iconos, nunca antes producidos por ninguna otra Expedición científica. La Expedición se instalo inicialmente en La mesa, sitio equidistante entre las tierras frías y los valles interandinos, en abril de 1783. Para iniciar su gran Flora, el Sabio Mutis procedió a contratar a dos pintores que ya ejercían como tales en Santafé: Pablo Antonio García del Campo (1744-1814) y Pablo Caballero (S. XVIII). García del Campo había sido alumno de Joaquín Gutiérrez, uno de los más notables pintores santafereños del siglo XVIII. Habiendo sido nombrado Pintor de Cámara del Arzobispo Virrey en 1784, distribuyó probablemente su tiempo entre la Flora y su desempeño como pintor de retratos oficiales de mandatarios y eclesiásticos. El mismo Mutis enseñó a García a iluminar los dibujos con la técnica del Miniado, pues la tradicional pintura al óleo, presentaba para sus propósitos dificultades prácticas enormes. Según Mutis esta nueva técnica era inusual aún en la misma España. Del pincel de García del Campo se han identificado 100 láminas, en las que se aprecia su excelente manejo del dibujo. Al parecer García del Campo se retiró hacia 1794 dejando una obra importante no solo en cuanto a las láminas, sino fundamentalmente como maestro de pintores como Francisco Javier Matís (Guaduas, 1744 - Bogotá, 1851) y Salvador Rizo (Mompox,1762 - Bogotá, 1816). Pablo Caballero, notable retratista, se vinculó por muy poco tiempo a la Flora en la que hasta donde se conoce alcanzó a dejar 4 láminas firmadas y fechadas y un grato recuerdo en su Director quien se refiere a él años más tarde con notorio afecto. Al retirarse Caballero, Don José Celestino Mutis buscó y encontró en la misma región a un joven que si algunas veces le proporcionó disgustos por su indisciplina, lo recompensó luego al convertirse en uno de sus más excelentes pintores: Francisco Javier Matís. En cierta forma Matís es el continuador de la obra Mutisiana y por así decirlo, el vínculo viviente entre la Expedición Botánica y la Comisión Corográfica, realizada en nuestro país entre los años de 1850 y 1859
Para iniciar la Expedición Botánica no se trajeron pintores ni dibujantes de la Península. Después de varios años de trabajo, el Sabio Mutis logró el apoyo del Rey para sufragar los gastos de los que él llamó sus Ayudantes: herbolarios y pintores, más la creación de una Escuela de Dibujo y Pintura, adjunta a la "Botánica", para enseñar a niños y a jóvenes, y en donde se prepararían los futuros colaboradores de la Flora. El prestigio de la Expedición Botánica fue muy grande desde sus comienzos. El sabio alemán Alejandro de Humboldt, entre muchos otros, estaba al tanto de estos trabajos. Una vez concluido su recorrido por el Orinoco y vuelto a Cartagena, el 30 de marzo de 1801, orientó su viaje hacia el interior de la Nueva Granada, atraído por la merecida fama de que ya gozaba la empresa mutisiana. El barón de Humboldt venía a la Nueva Granada en compañía de Amadé Bonpland, con el propósito de trazar el mapa de la región norte del Amazonas y comparar sus colecciones con las del botánico José Celestino Mutis. Lo que no esperaba encontrar era un equipo tan organizado de herbolarios y pintores trabajando en tan magna empresa. Con la generosidad propia de su espíritu, elogió ampliamente la obra de Mutis y enfatizó su admiración por los trabajos pictóricos. Así lo manifestó también más tarde en la correspondencia que sostuvo con Don José Celestino Mutis. Tal como lo anotó Humboldt, la Expedición llegó a contar con un completo equipo de pintores, quienes trabajando afanosamente lograron llevar a cabo una empresa incomparable tanto por el número como por la calidad de los iconos, nunca antes producidos por ninguna otra Expedición científica. La Expedición se instalo inicialmente en La mesa, sitio equidistante entre las tierras frías y los valles interandinos, en abril de 1783. Para iniciar su gran Flora, el Sabio Mutis procedió a contratar a dos pintores que ya ejercían como tales en Santafé: Pablo Antonio García del Campo (1744-1814) y Pablo Caballero (S. XVIII). García del Campo había sido alumno de Joaquín Gutiérrez, uno de los más notables pintores santafereños del siglo XVIII. Habiendo sido nombrado Pintor de Cámara del Arzobispo Virrey en 1784, distribuyó probablemente su tiempo entre la Flora y su desempeño como pintor de retratos oficiales de mandatarios y eclesiásticos. El mismo Mutis enseñó a García a iluminar los dibujos con la técnica del Miniado, pues la tradicional pintura al óleo, presentaba para sus propósitos dificultades prácticas enormes. Según Mutis esta nueva técnica era inusual aún en la misma España. Del pincel de García del Campo se han identificado 100 láminas, en las que se aprecia su excelente manejo del dibujo. Al parecer García del Campo se retiró hacia 1794 dejando una obra importante no solo en cuanto a las láminas, sino fundamentalmente como maestro de pintores como Francisco Javier Matís (Guaduas, 1744 - Bogotá, 1851) y Salvador Rizo (Mompox,1762 - Bogotá, 1816). Pablo Caballero, notable retratista, se vinculó por muy poco tiempo a la Flora en la que hasta donde se conoce alcanzó a dejar 4 láminas firmadas y fechadas y un grato recuerdo en su Director quien se refiere a él años más tarde con notorio afecto. Al retirarse Caballero, Don José Celestino Mutis buscó y encontró en la misma región a un joven que si algunas veces le proporcionó disgustos por su indisciplina, lo recompensó luego al convertirse en uno de sus más excelentes pintores: Francisco Javier Matís. En cierta forma Matís es el continuador de la obra Mutisiana y por así decirlo, el vínculo viviente entre la Expedición Botánica y la Comisión Corográfica, realizada en nuestro país entre los años de 1850 y 1859