La libertad y ejercicio de la sexualidad es un derecho de los individuos, más allá de la identificación de género que creo que se podría llegar a confundir.
Los homosexuales, heterosexuales, entre otras preferencias pueden disfrutar de la sexualidad siempre y cuando no interfiera con la vida de terceros; aquí también hago un inciso de no dejarse cohibir por las fobia e intolerancia de algunos grupos, sino por lo que la moral indica.
También en privado, hay que mantener el respeto entre las personas involucradas respecto al abuso físico o psicológico que se pueda dar durante el acto sexual como algunas prácticas fetichistas, que para algunos resultan placenteras. Todo depende del acuerdo entre las partes.
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La libertad y ejercicio de la sexualidad es un derecho de los individuos, más allá de la identificación de género que creo que se podría llegar a confundir.
Los homosexuales, heterosexuales, entre otras preferencias pueden disfrutar de la sexualidad siempre y cuando no interfiera con la vida de terceros; aquí también hago un inciso de no dejarse cohibir por las fobia e intolerancia de algunos grupos, sino por lo que la moral indica.
También en privado, hay que mantener el respeto entre las personas involucradas respecto al abuso físico o psicológico que se pueda dar durante el acto sexual como algunas prácticas fetichistas, que para algunos resultan placenteras. Todo depende del acuerdo entre las partes.