SíndromeDeCotard
La literatura colonial (o virreinal) es la enclavada durante los 300 años de ocupación española en el continente americano. Da comienzo con los cronistas, personas que presenciaron las diferentes etapas de la conquista española y la narraron en sus obras, algunos de los más conocidos son: Bernal Días del Castillo con su Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España; Historia del Almirante, por Hernando Colón; Náufragos y Comentarios, Álvar Nuñez Cabeza de Vaca; Diario de a Bordo, Cristobal Colón; Cartas de Relación, de Hernan Cortés. Durante el siglo XVI dominaron las formas literarias heredadas del Renacimiento europeo, durante el S. XVII fue dominada por el estilo del Barroco. Carlos de Sigüenza y Góngora (1645-1700) fue un destacado poeta, narrador, historiador y científico. En su novela Los infortunios de Alonso Ramírez, el autor cuenta las desventuras de un viajero que se ve obligado a dar la vuelta al mundo tratando de regresar a casa. Al mismo tiempo, Sigüenza fue de los primeros eruditos en interesarse por el pasado indígena de México. Pero la figura literaria más importante de todo el período colonial fue Juana de Asbaje o Sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695). Sus intereses intelectuales la llevaron a hacer reflexiones sobre ciencia, historia, teología e incluso gastronomía. En cuanto al trabajo literario, la célebre monja compuso poemas (recogidos en el libro Inundación castálida), obras de teatro (como El divino narciso y Los empeños de una casa), e incluso polémicas (Carta athenagórica). Su poema más ambicioso fue el "Sueño", donde aprovecha a la perfección los recursos empleados por escritores barrocos como el español Luis de Góngora. También supo defender sus derechos intelectuales en escritos como la Carta ya citada (en respuesta a los ataques de religiosos de su época). El siglo XVIII colonial se hizo notar por el trabajo erudito de los miembros de la Compañía de Jesús, orden religiosa fundada por San Ignacio de Loyola. Sin embargo, por razones políticas, fueron expulsados de los territorios españoles en 1767. Por ello, buena parte de su obra fue publicada en Europa, aunque inspirada en la Nueva España. Por ejemplo, Francisco Javier Clavijero (1731-1787) supo defender la cultura prehispánica contra el desprecio europeo en su Historia antigua de México, publicada en Italia. Otros jesuitas destacados por su creación literaria fueron Diego José Abad (1727-1779) y Francisco Javier Alegre (1729-1788). En cuanto a la poesía, el autor más relevante del período fue Fray Manuel Martínez de Navarrete (1768-1809), cuyos versos describen la naturaleza como un espacio sereno y ordenado, a veces amenazado por la melancolía nocturna. Su estilo sencillo está vinculado con la estética ilustrada de España.
Da comienzo con los cronistas, personas que presenciaron las diferentes etapas de la conquista española y la narraron en sus obras, algunos de los más conocidos son: Bernal Días del Castillo con su Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España; Historia del Almirante, por Hernando Colón; Náufragos y Comentarios, Álvar Nuñez Cabeza de Vaca; Diario de a Bordo, Cristobal Colón; Cartas de Relación, de Hernan Cortés.
Durante el siglo XVI dominaron las formas literarias heredadas del Renacimiento europeo, durante el S. XVII fue dominada por el estilo del Barroco.
Carlos de Sigüenza y Góngora (1645-1700) fue un destacado poeta, narrador, historiador y científico. En su novela Los infortunios de Alonso Ramírez, el autor cuenta las desventuras de un viajero que se ve obligado a dar la vuelta al mundo tratando de regresar a casa. Al mismo tiempo, Sigüenza fue de los primeros eruditos en interesarse por el pasado indígena de México.
Pero la figura literaria más importante de todo el período colonial fue Juana de Asbaje o Sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695). Sus intereses intelectuales la llevaron a hacer reflexiones sobre ciencia, historia, teología e incluso gastronomía. En cuanto al trabajo literario, la célebre monja compuso poemas (recogidos en el libro Inundación castálida), obras de teatro (como El divino narciso y Los empeños de una casa), e incluso polémicas (Carta athenagórica). Su poema más ambicioso fue el "Sueño", donde aprovecha a la perfección los recursos empleados por escritores barrocos como el español Luis de Góngora.
También supo defender sus derechos intelectuales en escritos como la Carta ya citada (en respuesta a los ataques de religiosos de su época).
El siglo XVIII colonial se hizo notar por el trabajo erudito de los miembros de la Compañía de Jesús, orden religiosa fundada por San Ignacio de Loyola. Sin embargo, por razones políticas, fueron expulsados de los territorios españoles en 1767. Por ello, buena parte de su obra fue publicada en Europa, aunque inspirada en la Nueva España. Por ejemplo, Francisco Javier Clavijero (1731-1787) supo defender la cultura prehispánica contra el desprecio europeo en su Historia antigua de México, publicada en Italia. Otros jesuitas destacados por su creación literaria fueron Diego José Abad (1727-1779) y Francisco Javier Alegre (1729-1788). En cuanto a la poesía, el autor más relevante del período fue Fray Manuel Martínez de Navarrete (1768-1809), cuyos versos describen la naturaleza como un espacio sereno y ordenado, a veces amenazado por la melancolía nocturna. Su estilo sencillo está vinculado con la estética ilustrada de España.
Espero que te sea útil la información.